Hace 3 años...
Verano, calor y sol. Tres palabras que definían el clima de la ciudad en esos momentos, aunque no se compararan del todo con el clima de su ciudad natal, aquella chica con una camiseta azul, estaba indecisa si tirar su deseo o no en aquel pozo, en un parque tan hermoso, cerca a la casa de su madrina.
Vio pasar a una pareja de novios, ¿qué novia emocionada no quería una hermosa foto en un puente perfectamente decorado, con flores blancas, con un cielo azul y árboles hermosos de fondo? Y eso, sin contar el hermoso estanques de patos y gansos que había por debajo del puente, a ella eso sólo le causaba un sin fin de emociones, todas conversas peor que remolino. Al fijarse en el estanque tan solo miro con terror esos animales emplumados y así por un descuido dejó caer su deseo, el papel blanco empezó a caer y se quedo en el pozo, en esas aguas que reflejaban sus sentimientos, algunos oxidados.
Con un suspiro miró al cielo y pensó que tal vez, solo tal vez se haría realidad, pero habían muchas posibilidades de que no, empezó a mirar al alrededor, desde que cada novio y novia que había alrededor del parque, como pasaban y por los caminos de ladrillo rojo, y se detenían de vez en cuando para tomarse alguna foto ocasional. O se ponía al frente de una hermosa cúpula que había, con enredaderas que tenían hermosas flores multicolores en todo el techo y alrededor de la magnífica construcción.
Del otro lado, una cafetería, con familias, familias felices, y ahí un par de enamorados tomando un jugo de fresa juntos, sonrío de lado, todos eran felices en ese parque, bueno, a excepción de esa chica, la chica que seguía junto al pozo.
Quién volvío a mirar su carta, ahí en el fondo del pozo, se quedo pensando en que, si encontraba a una persona que fuera perfecta para ella, ¿cómo lo sabría? Podría ser cualquiera, no sabría exactamente su apariencia física, su estatura, su peso, su color de piel, como sería su cabello, o cualquier tipo de pista de su apariencia o personalidad.
Para ser una chica demasiado joven, tenía esa ilusión de tener el amor de su vida, y ¿quién no?
Al oír el llamado de sus padres, salió corriendo, ya se iban, se despidió de su madrina y subió al taxi que habían tomado para ir a un centro comercial. En el trayecto, nunca dejó de pensar en aquella carta, aquel papel, aquel deseo que, quizás, y solo si ella lo permitía, se haría realidad.
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¡Hola! Bueno, espero les guste el primer capítulo, espero hacerlo más largo el próximo, y como verán este es una pequeñísima introducción...
