REALIDAD

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Sovieshu esperaba en una banca el regreso de Mirko, mientras acariciaba gentilmente su vientre. Aún no podía creer que en su interior estuviera creciendo un hijo suyo y del dragón que lo cuidaba

De pronto, un toque en el hombro lo desperto

— ¿Emperador? —

La palabra le produjo escalofríos, ante él estaba el gran duque Kauffman que lo miraba sorprendido

— ¿Emperador, es usted? — decía mientras lo miraba con el ceño fruncido

—No se de que habla, tampoco sé quién es usted, alejese por favor —

Sovieshu empezó a temblar de terror mientras intentaba incorporarse de la banca para alejarse del gran duque

Cada noche Sovieshu pensaba en lo que pasaría de saberse la verdad, si regresaba al palacio seguro lo interrogarian por el embarazo, además de ser visto como un fenómeno intentarían arreglar la situación de alguna manera, probablemente casandolo con una noble que adoptara al bebé como su hijo, o quitándole al niño para investigarlo, aunque también podían tomar al bebé y eliminarlo a él para borrar su ineficiencia, todos esos pensamientos se agolparon de lleno en su cabeza mientras intentaba alejarse

El gran duque lo miro con duda y después con terror mientras fijo la mirada en el abultado vientre de Sovieshu, lo que había en su cabeza lo había aterrado

— ¿Cómo es posible que....

De pronto la vista del gran duque fue obstruida, un hombre grande de aspecto juvenil y muy atractivo abrazo protectoramente al emperador

— ¿Qué es lo que quieres con mi pareja? —
pregunto hoscamente Mirko al hombre que asustaba a Leto, no, al emperador

— Ese hombre es Sovieshu Vick, el emperador, del Imperio oriental —

Sovieshu se estremecio ante las palabras del  gran duque, toda clase de posibles reacciones de Mirko pasaron por su cabeza mientras intentaba esconderse en sus brazos

— Este hombre me dará un hijo —

Mirko respondió con confianza mientras se aferraba más a Sovieshu, que ocultaba la cabeza en su pecho mientras respiraba aliviado al ver la reacción de Mirko, el gran duque lo miraba intentando saber sus pensamientos, sin embargo al no ser capaz de leer nada retrocedió alarmado

— Emperador, ¿Está usted con él por su voluntad? — pregunto cuidadosamente — si no es así, prometo que lo ayudaré —

— Me llamo Leto, no se porque me dice Emperador — respondió Sovieshu con la voz entrecortada

Mirko, alarmado por el estado tembloroso de Sovieshu, lo levanto en brazos y se alejo caminando ignorando por completo al gran duque

El gran duque tomo la respuesta de Sovieshu como una afirmación, después de leer su mente, el que afirmara ser otra persona le daba a entender que estaba renunciando a todo por quedarse al lado del hombre que lo acompañaba

— Ojalá sea feliz — susurro como última despedida mientras se alejaba

La idea de que un gobernante se dejará llevar por sus sentimientos le era reprobable, pero considerando la cantidad de problemas en los que se hallaba  el emperador antes de desaparecer, parecía que había tomado la elección correcta, con su supuesta muerte le estaba agregando algo de dignidad a su retirada, por otro lado, pensó que una vez que volviera a casa  debía empezar a investigar la posibilidad de que un hombre estuviera embarazado

Mirko llevo a Sovieshu a casa, después de entrar aseguro la puerta detrás de ellos

— Leto, ¿Estás bien? — pregunto mientras lo dejaba suavemente sobre la cama

La mente de Sovieshu empezó a divagar, no sabía que hacer, especialmente porque aún si convencía a Mirko de no saber nada el gran duque ya lo había visto y era cuestión de tiempo para que los problemas llamarán a su puerta, entonces después de tomar un profundo respiro, decidio hablar con la verdad, esperando con el corazón en la mano, que Mirko decidiera quedarse con el sin juzgarlo

— Mirko, lo que ese hombre dijo es verdad, mi nombre es Sovieshu Vick y solía ser el emperador del Imperio Oriental, mi memoria volvió hace poco — titubeó al final — y no sabía que decirte, ni cómo decírtelo —

Mirko guardo un breve silencio que parecía una tortura para Sovieshu, después se acercó a el y le levanto el rostro para mirarlo a los ojos

— ¿Quieres volver a ser emperador? — pregunto secamente, Sovieshu negó con la cabeza — ¿Por qué no? apuesto a que tenías una buena vida —

— Porque no se que pasaría con nuestro hijo — respondió con voz temblorosa y los ojos llorosos — Y porque entonces nunca podría volver a verte —

Al final de sus palabras, Mirko lo abrazo posesivamente mientras lo besaba con ferocidad, Sovieshu sintió que esa era la mejor respuesta que pudo haber obtenido de el y quizá la más lógica, en esos momentos se dejó llevar por la intensidad de Mirko y se aferro a el

Con los brazos de Mirko a su alrededor se sintió pequeño y protegido, después de tanto dolor, pensó que finalmente estaba  dónde debía estar, en los brazos de Mirko, quería quedarse así para siempre, fundido en su abrazo, escuchando los latidos de su corazón, por primera vez en mucho tiempo, se sentia completo y en paz

— Eres perfecto para mí, eres todo lo que necesito —

Le susurro Sovieshu con sinceridad, contemplando cada facción de Mirko como si fuera la primera vez

Mirko era el hombre salvó su vida cuando estaba destrozado, curó sus heridas y llenó el vacío que lo consumía, sin él, seguiría siendo una sombra de mí mismo.

— Gracias por amar al desastre que soy — Bromeo antes de robarle un beso suave

Mirko sonrió mientras lo besaba y después lo recostó suavemente en la cama y se acostó a su lado, para acunarlo entre sus brazos

— No tienes que preocuparte por nada, yo te voy a proteger Leto, perdon Sovieshu —

— Leto está bien, es el nombre que tú me diste, ya me acostumbré a el —

— Nadie va a arrancarte de mis brazos Leto, eso juralo — Mirko lo abrazo contra su pecho — puedes descansar tranquilo —

Sovieshu se dejó llevar por la promesa de Mirko y se entregó al sueño en los brazos de su amoroso amante






UN HECHICERO LO HIZODonde viven las historias. Descúbrelo ahora