Realmente no recuerdo la primera cosa que hable contigo por privado.
(Memoria de Dory)
Pero se que se formó algo tan lindo, que jamás lo olvidaré.
A veces te hartabas de mi, y con justa razón, era un niño chillón que hacía un montón de dramas.
Hablábamos de nuestra vida y de todo realmente, ambos nos consolamos en cualquier aspecto.Podía hablar contigo de lo que fuera, incluso una vez confesé algo terrible ante ti.. no quiero recordarlo 👊
Era (soy) un niño con las hormonas alborotadas y necesitado de afecto, asi que coqueteaba con la persona que más se acercaba a mi edad: kokomi, una chica del grupo, todo empezó como una broma, realmente una broma, pero luego ella se me confesó, y me di cuenta de que las cosas se me habían salido de las manos, pensé, y realmente creí que me gustaba también, pero no tarde mucho en darme cuenta de que no era así, al menos, no tanto como para ser su pareja, era más bien como un crush.
No me dió tiempo a pensar en una excusa cuando mi enfermedad empezó a empeorar, enfermedad de la que nadie sabía. Realmente creí que llegaría a morir, pero no fue así, y creo que hoy dia puedo decir que, estoy feliz de que no haya sido así.
Me desaparecí, y volví a aparecer.
Pero ya era diferente, y que bueno, porque todo se me hacía tan falso.
Pero tú eras un rayo de luz en mi oscuridad, eras mi sol, mi esperanza, mi alegría, de hecho, lo sigues siendo incluso ahora.
Fue en ese entonces cuando empecé a sentir cosas raras respecto a nosotros.
Sentía un cosquilleo en el estómago y en el oído cuando escuchaba tu voz, o cuando leía tus mensajes pataleaba en mi cama.
Pero oculte todo, porque no era correcto, no podía sentir algo así por alguien que solo me ve como un niño de 8 años. (Y kokomi y yo seguíamos siendo novios, aunque estaba más que claro que ninguno sentía algo por el otro)
Pero entonces esos sentimientos se volvieron más grandes y más grandes y más grandes, que, ya no podía ocultarlos del todo, me moría por escribir algo como "me gustas, hay que besarnos online"
Termine con kokomi, y realmente me di cuenta de que no era la persona que creia y mostraba.
Y cuando por fin pude armar el valor para confesar mis sentimientos, me llegó el miedo de ser rechazado y arruinar la amistad.
Pero un pensamiento fugaz paso por mi mente, y se lo agradezco demasiado.