Capítulo 22

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Narrador Omnisciente

Ya pasaban las siete de la noche, Lena había tenido un día muy pesado por lo tanto se encontraba recostada ya en su habitación, la ojiverde estaba de mal humor y desanimada, debido a que quiso ponerse de pie nuevamente al llegar a casa pero no lo había conseguido y uno de sus guardaespaldas la había bajado en brazos del auto. Jamás se había sentido tan frágil.

Samantha se encontraba preparándole algo para cenar, tal vez eso la hacía salir de la habitación, aunque no tenía ningún problema de meterse en la cama con su amiga y pasar una noche de chicas como cuando estaban en la universidad.

Llamaron a la puerta, la castaña frunció el ceño, desde que Lena había sufrido el accidente se sentía paranoíca, tomó un pequeño cuchillo del estante colocándolo en la bolsa trasera de su pantalón, mientras caminaba hacía la puerta, por la mirilla para ver de quien se trataba, su entrecejo se arrugó mucho más al ver a las dos personas que menos esperó frente a está. Retrocedió a dejar el pequeño cuchillo en el lugar de donde lo había tomado, y caminó de nuevo hacía la puerta para abrir está.

"Por un momento pensé que no era bien recibido" - Dijo el hombre al verme - "Me encontré a esta belleza abajo, no la dejaban subir, así que me ofrecí a traerla, espero no haber metido la pata" - Dijo sonriendo de manera coqueta, aquella misma que usaba para cautivar a las mujeres, Sam conocía sus mañas, por lo tanto la castaña rodó los ojos, lo único que le causaba curiosidad de aquel hombre eran sus ojos verdes, aquellos que desde siempre, solían cambiarle según el color de vestimenta o temperamento qué tuviera.

"Diana, por dios que gusto verte, ha pasado tanto tiempo" - Dijo la castaña ignorando al hombre para ir abrazar a Diana -

"Si, yo también estoy encantado de volver a verte Sam" - El hombre bufó mientras rodaba los ojos y se hacía a un lado para darle espacio a las dos mujeres, entró al departamento observando todo cautelosamente -

"Hola Sam, me enteré sobre el accidente de Lena en las noticias, lamento venir hasta ahora, no estaba en el país y todo el viaje se complicó" - Sam negó -

"Muchas gracias por haber venido, a Lena le gustará tu visita, hoy le dieron de alta y no ha querido salir de la habitación en todo el día" - La castaña suspiró - "Tener el apoyo de las personas qué han sido cercanas a ella le ayudará" - La mujer le sonrió -

"Estoy a disposición de lo que necesiten" - Dijo Diana -

"Gracias Diana" - Por primera vez en días Sam mostraba una sonrisa sincera hacía alguien - "¿Por cierto tu que haces aquí? - Preguntó al hombre que seguía estudiando el lugar -

"Ya lo dijiste ¿no? Lena necesita tener cerca a las personas que quiere, a eso eh venido" - Y ahí estaba de nuevo aquella sonrisa con la cual él creía que toda mujer caía rendida - "Iré a verla"

"Por favor, no vayas hacerla enojar" - Murmuró Sam -

"Por favor Arias, jamás lo haría soy un pan de Dios" - Alzó sus manos dando media vuelta, y caminar hacia las escaleras -

"Perdón, él es un desquiciado" - Dijo la castaña, a la chica de ojos marrón oscuro - Diana le pareció atractiva desde que la conoció, lo recordaba como si fuese ayer, cuando llegó con Lena en su apariencia desprotegida, al parecer ya no había nada de aquella pelinegra insegura qué había conocido.

"No te preocupes, fue gentil" - Diana jugó con sus manos de forma nerviosa - "La verdad a mí también me gustaría ver a Lena" - Sam río -

"Claro, ella es la noticia de último momento, no cruzarías todo el mundo para verme a mí" - Dijo de forma divertida - haciendo que la pelinegra se sonrojara.

"Lena me ayudó cuando la necesite, así que vengo a devolver el favor" - Dijo la mujer sonriendo -

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"Buenos días solecito" - Dijo el hombre entrando a la habitación de la ojiverde - "Levántate y anda sabandija"

"Esto tiene que ser una broma" - Lena se encontraba recostada en el espaldar de su cama, la televisión estaba encendida, pero ella no tenía ni idea de cual era el programa que se transmitía - "¿Qué haces aquí?

"Vaya la misma pregunta en" - Miró su reloj de mano - "En menos de 10 minutos, rompí mi propia marca personal" - Sonrió y Lena rodó los ojos - "Ni un ¿como estas?"

"Oh claro ¿Como estás patán?" - Dijo Lena, él sonrió mientras hacía una mueca de desagrado - "¿Qué haces aquí?"

"De verdad crees que alguien puede tocar a mi hermanita y vivir para contarlo?" - Dijo de forma fría, en cuestión de segundos la mirada del hombre se había ensombrecido -

"Tú no eres mi hermano" - Dijo Lena usando el mismo tono de él -

"Auch, eso dolió" - Llevó su mano al pecho dramáticamente - "Pero no me importa" - Una sonrisa diabólica apareció en su rostro -

"Por favor Damon, eres el peor para jugar al héroe" - Lena se removió un poco, el hombre intento ayudarle pero la mujer alzó una mano para frenarlo - "Hermano" - Dijo aquello usando un tono sarcástico -

"Bueno, supongo que no estoy acostumbrado a que de verdad seas tú la damisela en peligro" - Su mirada se suavizó al ver a la ojiverde a los ojos -

"Entonces" - Dijo lena viéndolo, una lucha de miradas abordó aquella habitación - "Debo explicarte todo para que entiendas que una parte del desastre de lo que ahora es mi vida, es tu culpa"

"Adelante Lena" - Dijo él acercándose más a ella - "Ya qué no estoy haciendo nada importante ahora, desahogate" - Se cruzó de brazos -

"Me abandonaste Damon" - El hombre se tensó -

"Sabes que la compañía en Irlanda estaba en un mal momento, por eso llegué hasta ahora, perdón sí" - Dijo tratando de excusarse -

"Antes de esto" - Habló la ojiverde - "Me abandonaste cuando mis papás y Lex murieron" - Una lágrima rodó por las mejillas de Lena - "Me abandonaste en el momento en el que decidiste irte a vivir a Irlanda en vez de quedarte y afrontar el dolor junto a mí, eran mis padres Damon"

"También los míos" - Dijo él, sus ojos comenzaban a tornarse rojos - "Aunque no lo creas, yo también los consideraba mis padres, también llegué amar a Lex como a un hermano, me fui porque estaba tratando de evitar cometer más errores"

"¿Y porque fue tan difícil para tí aceptarlo Damon?" - El hombre trago seco - "Solo te tenía a ti y a Sam" - Murmuró - "Y tú te fuiste"

"Crees que no me sentí culpable de su muerte?" - Bajó su rostro - "Si tan solo no hubiera sido un irresponsable y hubiera estado sobrio ese día yo los hubiera llevado al aeropuerto, nada hubiera pasado"

"O hubieras muerto tu también, eso quería que entendieras, qué no tenias la culpa, qué estábamos los dos, qué éramos tu y yo" - Un sollozo salió de los labios de la ojiverde - "¿Qué dice tu cabeza ahora Damon?"

"Perdón Lena, no quise abandonarte, pero sentí demasiada presión, sentí que el apellido Luthor me quedaba grande, y no me equivoque, mirate, mira todo lo que conseguiste tu sola" - Una lagrima salió por su mejilla, Damon Luthor jamás mostraba sus sentimientos a nadie, quizás era momento de hacerlo -

"¿Entonces que haces aquí ahora?" - Preguntó la ojiverde al borde de las lágrimas -

"No quiero repetir la historia, me necesitas y de ahora en adelante aquí estaré"

Déjame Quererte  (Supercorp AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora