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El otoño ya había hecho acto de presencia, y junto con él los días más fríos que lo orillaban a utilizar la delgada bufanda color rosa con gris que era su favorita.

Changbin la usaba cada que tenía la oportunidad desde que Chan se la regaló, incluso después de su separación, el pequeño Seo aferraba su rostro a ella con el deseo de que aquel pedazo de tela aún guardara el dulce aroma del amor de su vida.

Desgraciadamente, con el pasar de los meses perdió aquel delicioso aroma que para Changbin era lo más cercano al olor de su hogar.

Su relación había ido en decadencia debido a que Changbin sentía no le brindaba nada a Chan, que solo era una carga y por ello las peleas se volvieron constantes. Chris era bastante paciente y amoroso, pero en un momento se cansó y prefirió terminarlo todo, y no lo culpaba, changbin lo había orillado a eso.
Las inseguridades del menor se volvieron el peor enemigo de su relación y por más que Bang Chan se esforzara por acabar con ello no hubo éxito y prefirió alejarse para priorizar su estabilidad a pesar del amor que sentía por el más bajito.

Ahora, después de 3 meses, changbin se encontraba solo en aquella habitación del cual fue el departamento de ambos antes de que su relación terminara. Se sentía fría, sombría y triste, pero quizás era porque el deprimido Seo influía demasiado en ello.
Sus amigos ya no habían visitado su casa, tampoco le habían invitado a salir y él comprendía ya que, sus amistades eran gracias a Chan y entendía que se alejaran. Su única amistad era Minho, el único que seguía interesándose por él y su bienestar y que, inclusive, de vez en cuando lo sacaba de su cueva.

Apagó el televisor, había pasado más de cuatro horas viendo capítulos de friends que ya había visto con anterioridad pero aquella serie se había vuelto un estimulante y lo hacía sentir un tanto feliz, y después de ello se dirigió a la ducha. Hoy era uno de esos días donde Lee MinHo, su mejor amigo, había logrado convencerlo de ir a alguna cafetería a charlar y distraerse un poco.

Changbin mentiría si dice que se había bañado al día anterior, y el anterior e incluso el anterior a ese, había obtenido vacaciones en su trabajo y no hacía nada más que sufrir en la miseria sin intenciones de preocuparse por su higiene pero ese día no era una opción, debía ducharse y oler bien porque MinHo se preocuparía y amenazaría con llevarlo al psiquiatra de nuevo.

Después de la ducha, que duró más de 15 minutos, changbin aplicó un par de productos en su cabello mojado. Le gustaba oler a Fresas, a Chan le fascinaba aquel aroma, o al menos eso era lo que le decía cada que le abrazaba y hundía su rostro en los suaves cabellos del más joven.

Suspiró mientras veía su guardarropa, había bajado bastante de peso y ya casi nada le quedaba bien. Un changbin bajito y acomplejado, eso era lo que era.
Tomó unos Skinny jeans negros y una playera negra sin estampado, para completar todo aquello con una chamarra de mezclilla que le pertenecía a su mejor amigo; tal vez a minho le molestara pero debía comprenderle, estaba en su casa.

Una vez listo, le envió un mensaje al mayor y esperó en su sofá mientras tarareaba alguna canción que de repente hizo acto de presencia en su mente. Se sentía bien, limpio y olía rico, le fascinaba el olor de las Fresas, combinado con el suave aroma a bebé que tenían sus prendas gracias al suavizante que utilizaba.
Se había maquillado un poco, intentando cubrir su pálida piel y sus oscuras ojeras que yacían bajo sus pequeños ojitos, sentía que se veía bien, no se reconocía en el espejo.

— Changbin. — tres golpes en la puerta llegaron después del llamado que perturbó el silencio. — ¡Changbin!

El mencionado soltó una suave risa y se puso de pie para caminar en dirección a la puerta y antes de que el mayor tuviera la oportunidad de mencionar su nombre una vez más, abrió aquel gran pedazo de madera y lo saludó con una sonrisa.

Minho le miró en silencio, pasando su mirada de pies a cabeza.

— Changbin. — murmuró de nuevo, sonriendo de lado y acomodando sus prendas. — Que lindo te ves, y hueles bien.

Arrugó su nariz, haciendo reír al más bajo mientras le veía negar con la cabeza.

— No tienes que mentir, sé que odias el olor a las Fresas. — Mencionó, Minho detestaba las Fresas porque era alérgico y aquello generó un rechazo incluso al olor. – Pero gracias por el cumplido.

— No miento, sé que no soy fan de esas cosas rojas pero creo que si tú hueles así, realmente te queda bien. — se encogió de hombros como si no hubiese dicho algo tan confuso. Changbin frunció el ceño e inclinó su cabeza sin comprender que acababa de decir el mayor. — Olvídalo y vamonos.

Changbin asintió y salió del departamento, cerrando con seguro y siguiendo al mayor hasta su auto.

— ¿Sabes algo? Hoy la noche luce incluso más bonita que las anteriores. — Mencionó Minho, quitandole el seguro a su auto y abriendo la puerta de copiloto. — Creo que será una gran noche. Sube. — señaló el asiento con su mano y esperó a que el menor subiera al auto.

Changbin se sentía confundido, Minho estaba demasiado raro como si tramara algo o hubiese hecho algo ya.
Subió al auto y se colocó el cinturón de seguridad, esperando al mayor.

— Pareces asustado, ¿Qué es lo que pasa? — preguntó Lee, mirándole con el ceño fruncido.

— Estás raro. — rió el menor. — Raro como, no entiendo qué es lo que dices.

— Oh... — fijó su vista al frente, comenzando a conducir.  — Nada nuevo.

———————'♡

— ¿Por qué andas tan caballeroso? — hizo énfasis en la última palabra mientras bajaba del auto y Minho tomaba la labor de cerrar la puerta del auto.

— Solo estoy siendo amable con mi amigo, ¿Qué hay de malo en ello? — bufó el mayor mientras caminaba a la par del bajito, virando sus ojos con desagrado ante las palabras de su acompañante. — Quiero que hoy la pases bien para que comiences a alejarte de tu madriguera.

— Eso sonó horrible, mejor vuelve a tu papel amable y háblame bonito. — hizo un puchero, quejándose bajito ante las palabras del mayor.

— ¿Quieres que te trate como a mis conquistas? — Se burló el mayor, en tono coqueto mientras tomaba la mano del bajito. — Porque lo haré con mucho gusto, solo que te advierto que suelo ser muy, muy coqueto. — le guiñó el ojo con burla, haciendo que el más bajito intente alejarse y ocultar su colorado rostro, sumamente apenado.

— ¡Lee MinHo!

— ¡Seo Changbin! — mencionó en el mismo tono, el mayor de ambos.

—¿Changbin?¿eres tú?

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2023 ⏰

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homesick ; minbin'binchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora