Capítulo seis: La visión

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Max se bajó del auto, después de insistir por varios minutos que podía ir sola, y fue a ver a la tumba de Billy. La encontró, y se sentó en el césped arrugado, mientras de su bolsillo sacaba un papel amarillento, y muy doblado. Lo desdobló y se dispuso a leer su contenido.

— Querido Billy — empezó a leer en voz baja —: ¿Cómo estás? Soy yo, otra vez. Quise venir a visitarte porque la última vez que vine no nos fue tan bien, ya ha pasado una semana desde que te vine a ver, y un año desde tu partida.

» La situación con mamá no ha mejorado mucho, no he sabido de ella en días, hay veces que la oigo sollozar, y cuando me acerco ella está con una cerveza en la mano, lamentándolo todo: tu muerte, nuestra situación económica, la separación que tuvo con papá, todo.

» Yo también me lamento, y en verdad no sabes cuanto. Lamento que no hayamos podido ser buenos hermanos, lamento haberme llevado tan mal contigo todos estos años, y lamento mucho la manera en la que moriste.

» Ojalá pudiera retroceder el tiempo, ojalá pudiera evitar tu muerte, ojalá pudiera cambiarlo todo. Con amor, tu pésima hermanastra, Max. — al terminar de leer Max se secó una lagrima traicionera que resbaló por su mejilla, pero entonces una voz peculiar la detuvo:

— Vaya, Max, que conmovedor — la pelirroja volteó a ver de donde provenía la voz, y al ver de quien era empezó a llorar, sin sollozar.

— Billy... — sin proponérselo, ella empezó a retroceder, mientras Billy se acercaba a ella.

— ¿De verdad lo sientes, Max? — dijo Billy — ¿O son sólo mentiras que dices para hacerme sentir mejor?

— Billy, no tengo idea de que hablas...

— Sí que la tienes, Max, sí que la tienes. Admítelo, admite que querías verme morir.

— Billy, eso no es cierto, sabes que no lo es — la voz de Max salió en un susurro, y quebrada.

— Admite que, aunque sientes mi pérdida, te parece mejor que yo esté fuera del panorama. — la voz de Billy se distorsionó, escuchándose más grave.

Billy se acercó a Max, y le proporcionó un empujón, empujón con el cual ella cayó hacía atrás. Cuando se levantó se dió cuenta que el ambiente se había vuelto rojo, las cosas volaban, y todo se veía muy revuelto. Max se volteó para ver donde había ido Billy, pero en su lugar estaba Vecna.

— Hola, Maxine.

(N/A: Cómo esta parte si tiene que ver con la escena, lo único que haré es poner el emoji «📕», para identificar los cambios de escenario)

📕

Steve notaba que Max se demoraba más de lo habitual, lo cual lo preocupó, así que decidió ir a revisar que le había pasado a Max. Cuando llegó a la tumba sintió su alma bajar hasta sus pies. Max estaba sentada, frente a la tumba de Billy, con los ojos en blanco, como si estuviera poseída.

— No, no, no, no, ¡mierda! — Steve zarandeó a Max, pero ella ni se inmutó. Steve se asustó — Carajo... ¡Mierda, Max, responde! — Lucas y Dustin se acercaron al lugar, y palidecieron al ver el estado de la joven.

— ¿Qué le pasó? — preguntó Lucas muy asustado, mientras Dustin musitaba la palabra «mierda» repetidas veces.

— Tráele sus audífonos. — le ordenó Steve a Dustin en un susurro aterrado.

— ¿Qué?

— ¡Que me des los malditos audífonos, Dustin! — Y Dustin salió corriendo, en busca de los audífonos.

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⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

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La maldición de VecnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora