Capítulo 1

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Seúl.

Parecía una broma del destino, una mala broma del destino. Oh, Kim Taehyung rogaba que fuera solo una broma, porque la vida dentro de ese hospital lo estaba consumiendo por dentro. Aquella mañana el suceso que aconteció, tocó un punto sensible en el omega.

Kim Taehyung pertenecía a ese pequeñísimo porcentaje de omegas que se habían graduado del departamento de medicina en la Universidad de Seúl. Tan solo dos omegas de una generación de más de trescientas personas, entre alfas y betas, habían logrado graduarse.

Nada había sido fácil, sin embargo las últimas décadas y todos aquellos movimientos sociales que pedían y exigían la igualdad de oportunidades para omegas habían ayudado a que se abrieran muchas puertas. La generación de Taehyung, siendo apenas la quinta en graduar a omegas.

Pero nada fue fácil desde el primer momento, rodearse de alfas y betas, Taehyung recuerda que habían aceptado a un aproximado de cincuenta omegas para el departamento de medicina y enfermería, casi todos los omegas abandonaron en algún momento debido a las constantes trabas que se les ponía por su condición.

Las constantes humillaciones, incluso por los propios profesores y altos mandos en los hospitales, era algo que te agotaba mentalmente, pero Taehyung no era sólo tenaz para conseguir lo que quería, también era obstinado y frío.

Nadie creería que era un omega de no ser por lo obvio, el olor dulce, el cuerpo delicado y con más curvas de lo que el cuerpo de un alfa o un beta lo sería, era bonito, un omega atractivo. Un omega que no necesitaba de un estúpido alfa para protegerlo o cuidarlo, o para ser alguien en la vida.

Soportó incluso lo insoportable, los cuatro años de carrera, el año de internado, que por cierto, había sido un infierno, y el año de servicio -otro infierno-, finalmente se graduó, obtuvo su título y espero pacientemente 6 meses a que lo ubicaran en algún hospital de los que había solicitado. Todos en Seúl, por su puesto.

Su sorpresa no fue para menos cuando le notificaron que había sido aceptado en uno de los mejores hospitales de Seúl. El omega tendría demasiado de qué alardear cuando su generación se reuniera a finales de junio. O eso pensó, antes de que sucediera aquel acontecimiento que había arruinado todo.

No hace falta mencionar que el omega era, por demás, orgulloso.

—Fue él, ¿verdad?

La voz del omega salió con tanta rabia, que apenas se oía a través de sus dientes, la mandíbula fuertemente tensa, al igual que el cuerpo.

—TaeTae, ¿Qué ocurre?

La voz de la omega salió dulce a través de la bocina del celular a pesar del tono en el que le fue hablado.

El omega cerró los ojos y tragó saliva en un intento por borrar el nudo en su garganta que se había formado tras escuchar la voz de su madre. Joder, no quería llorar, no quería parecer débil.

—Hijo, ¿está todo bien?

La omega intentó nuevamente, pero el otro lado de la línea había quedado en silencio. Un silencio que sólo se veía interrumpido por las respiraciones pesadas de Taehyung. Con algo de paciencia, Kim Miso intentó de nuevo, conocía el carácter de su hijo, constantemente le advertía que de seguir así ningún alfa querría enlazarlo.

—Kim Taehyung, voy a colgar ahora.

—Fue él. —dijo con la voz amarga.

—Cariño, no sé de qué hablas y si no te explicas no lo sabré.

—Fue él, Minho, ¿verdad?

—Taehyung comienzas a asustarme, no entiendo nada de lo que me estás diciendo, por la Diosa Luna, habla claro, comienzo a perder la pacien-

Seasick (KV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora