Los Errores De Nara Shikaku

Único Capítulo

Nara Shikaku conoció a la pequeña Sakura el primer día de academia. Caminaba de la mano de su hijo, quien no dejaba de parlotear de lo problematico que era acudir a la escuela. Se consideraba un hombre afortunado, tenía una esposa, un heredero, era jefe del sector Jōnin y un Clan próspero.

Se paró en la entrada de la Academia Ninja de Konoha y observó a su hijo adentrarse al edificio mientras lo despedía con un ademán de manos. Vio a la distancia como Shikamaru se unía a los hijos de sus mejores amigos, la pequeña Ino y el pequeño Chōji. Se dió la vuelta para ir a su trabajo pero sintió como algo choco contra sus piernas. Cuando bajo la mirada observó a una pequeña de cabello rosa y ojos jade que lo miraban con vergüenza; la niña hizo una pronunciada reverencia, murmuro un lo siento y se fue corriendo hacía la escuela.

La observó mientras se perdía entre la multitud de niños, era una niña peculiar.

(...)

En la cena escuchaba atento a la verborragia de su hijo sobre su primer día escolar. Entre sus palabras escucho que tenía una nueva amiga, Haruno Sakura, una niña de cabello rosa, ojos verdes y una frente amplía que recibía burlas de otros niños por esa pequeña imperfección.

Bufó por semejante estupidez; él era un adulto y no se había dado cuenta que la niña tenía una frente grande, los niños podían ser crueles por cosas estúpidas. Aconsejo a su hijo a seguir su amistad con la pequeña Haruno y defenderla cuando fuera necesario.

Su esposa Yoshino le sugirió a su hijo invitar a la pequeña a la pijamada que tenían los fines de semana con los herederos Yamanaka y Akimichi; después de meditarlo un poco y expresar lo problematico que sería, el pequeño Shikamaru, aceptó.

(...)

Sakura era tímida, se dió cuenta de eso tras notar su incomodidad al estar en su casa por primera vez, sin embargo, Yoshino hizo hasta lo último para hacer que la pequeña se desenvolviera y se sintiera como en casa, cosa que él agradeció.

El fin de semana fue ameno, Sakura era bastante callada pero ya no mostraba su nerviosismo. Le ayudaba a su esposa con la comida, jugaba con los demás y le dedicaba sonrisas hermosas cada que sus miradas conectaban.

(...)

Las semanas pasaban y la pijamada de los niños ahora era de cuatro miembros. Las comidas eran en su mayoría escandalosas pero a veces eran interesantes. Sakura había demostrado ser una niña muy lista, hacía preguntas muy interesantes que Shikaku y Yoshino contestaban con simpleza para aplacar la curiosidad infantil.

El patriarca Nara empezaba a sentir una conexión intelectual con la pequeña pelirosa.

Un fin de semana le sorprendió que Sakura le pidiera, con su habitual timidez y en hilo de voz, que le enseñará a jugar Shōgi. Obviamente él no le negó la petición y con eso su conexión se hizo más sólida.

(...)

Dos años habían pasado desde que Sakura era parte de los Nara, porque si, Shikaku y Yoshino la consideraban parte de su familia.
De hecho ambos aspiraban a qué, en un futuro, Shikamaru se casará con la Haruno y así poder decir que era parte de ellos de manera oficial.

Tanto tiempo conociendo a la pequeña que sabían perfectamente que algo la tenía triste. Shikaku no quería ser quien indagara así que le dijo a su esposa que lo hiciera.
Lo que su esposa le dijo, sin embargo, le dejo un mal sabor de boca.

-"Se le declaró a Uchiha Sasuke y él la rechazó"-

El patriarca cerro sus manos en puño; ese pequeño engreído había destrozado el corazón de su niña.
Se llevó a Sakura al salón donde jugaban Shōgi y ahí se encargó de hacerla entrar en razón.