Quackity desde hace un año que sentia las duras y penetrantes miradas de alguien, nunca podía sentirse a salvo o solo, siempre parecía que alguien le observaba y lastimosamente tuvo que acostumbrarse a eso, pero.. Siempre se preguntan quien era aque...
Quackity en verdad odiaba sentirse así de observado, sentir que alguien lo estaba viendo cada vez que salía de su casa o incluso adentro de esta. Muchas veces terminaba llorando por las noches, soñando con que aquellas miradas se desaparezcan y lo dejen tranquilo de una vez, qué nuevamente pueda sentirse tranquilo por lo menos en su hogar
Pero lastimosamente no podía hacer nada, todos lo tachaban de loco, e incluso qué sólo quería llamar la atención, pero el no estaba loco, el sabia perfectamente que alguien lo estaba observando, pero se quedaba callado.
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Quackity había salido de su casa con el permiso de su madre.
Sonreía, estaba feliz ya que hoy cumplia un año con el chico mas lindo, Luzu, su novio, y futuro esposo, o eso piensa el azabache qué pasaba por las calles de su ciudad yendo hacia el centro de esta para ir a buscar un buen regalo para su novio.
Y para su suerte hoy no sentía que lo vigilaban, tal vez era porque estaba muy consumido por sus pensamientos o era por que enserio hoy no lo estaban acosando como normalmente lo hacían.
Que buen día sería
Pensó quackity mientras llegaba al centro de su ciudad llendo hacia un parde tiendas buscando regalos que podrían gustarle a su amado, y por suerte no tardó mucho, compro un libro que estaba seguro que le gustaría al castaño, además de unas flores, rosas para ser específico
-ay mi luzu... Todo me recuerda a ti, como estas lindas flores.. ojalá te gusten -
Dijo mientras iba de regreso a su casa con una sonrisa, una tan tranquila, nada podría arruinar aquel lindo día, nada podría hacer qué dejara de sonreír
Al llegar a su casa dejo las flores y aquel libro dándose una ducha rápida y viendoce en el espejo de su habitación, observando cada una de sus cicatrices de cortaduras qué el mismo se había echo en varias partes de su cuerpo, su cabello mojado pero que se notaba algo descuidado. Aun no creía como es que su amado pudo fijarse en el, era todo un desastre.
Su mente y pensamientos fueron interurpidos por el sonido de su celular, le estaba llegando una llamada de su amado luzu a la cual contento contesto
-luzuu!.. No me digas que ya llegaste -
Pregunto ya que ni siquiera tenía su cabello seco, escucho del otro lado de la llamada un sonido de afirmación.
-conociéndote no estas ni cerca de estar listo, no es así mi niño? -
-me conoces tan bien.. Dame cinco minutos y voy rapidito a abrirte -
Dijo quackity a lo que luzu contesto con un si terminando aquella llamada, a lo que quackity rápidamente se seco el cabello como pudo y se puso lo más cómodo qué tenía, un camiseta y por encima una chamarra qué antes era propiedad de luzu, y obviamente unos pantalones y sus tenis los cuales ha estaban un poco desgastados.
