𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 10

995 94 6
                                    

  (\(\ 
( • •)♡°
┏-∪∪━━━━━━━━━━━━━━━┓

La voz de Escal se escuchó en medio de un alboroto que resultaba doloroso para los oídos.

Rodeado de niños, Escal se encontró con un extraño.

"¿Estas triste? Si te sientes avergonzado, adelante”.

Un niño con una cabeza más grande que Escal arrojó una espada de madera.

“¿Por qué me miras fijamente? Un maestro apuesto ni siquiera sabe empuñar una espada, ¿no?

"¡No te dejaré en paz!"

“¡Escala!”

Mi grito urgente no fue escuchado, enterrado en las voces de los niños.

Escal, quien tomó la espada de madera, señaló la espada con cara seria.

"Uf, ¿realmente vas a intentarlo?"

El niño levantó sarcásticamente una espada de madera como si Escal fuera absurdo.

"¡Ey!"

El niño de la espada de madera corrió primero.

Escal, que estaba mirando al oponente sin moverse, se dio la vuelta a tiempo para que la espada fuera golpeada.

La espada que perdió su objetivo cortó el aire.

"¡Puaj!"

El niño apuntó al costado de Escal y blandió su espada.

Sin embargo, Escal volvió a golpear la espada con calma.

El niño que falló en ambos ataques parecía completamente avergonzado.

"¿Quién es él? Es la primera vez que veo a Emile rechazado”.

“Es hijo de un noble. Es bastante pequeño”.

“¿No es así como pierde Emile?”

Incluso los niños que miraban murmuraron como si estuvieran sorprendidos.

No hay nadie que le haya enseñado, pero simplemente leer libros y tener ese nivel de habilidad es un tipo diferente de genio.

Junté las manos y animé a Escal.

Sin embargo, a medida que continuaba la lucha, la situación se deterioró gradualmente.

El niño ha estado atacando a Escal, manteniendo distancia con sus altos y largos brazos.

El pie trasero de Escal, que había estado sosteniendo el poder para presionar desde arriba, comenzó a ser empujado poco a poco.

Una sonrisa apareció en el rostro del chico que había ganado en ese momento.

"¡Ah!"

Escal pateó al niño en la espinilla, apuntando a un momento en el que el oponente estaba desprevenido.

El niño que falló la espada en el repentino ataque cayó al suelo.

En un abrir y cerrar de ojos, Escal apuntó con la espada al cuello del niño y dijo.

"Gané."

"Cobarde…!"

"No vuelvas a chismorrear sobre eso".

Escal arrojó una espada de madera a los pies del niño y se giró amablemente.

En ese momento, el niño que recogió la espada de madera caída corrió hacia la espalda de Escal.

"¡No te dejaré en paz!"

“¡Escala!”

¡Toma! Se escuchó un sonido contundente y por un momento los alrededores se volvieron tan silenciosos como un ratón muerto.

Las Madrastras No Siempre Son MalasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora