La arquería nunca se me hizo difícil, no siempre eres bueno en lo que te gusta, pero ese no fue mi caso.
—Vas bien, pero para la competencia necesitas ir más al centro—Giré los ojos cuando sentí su voz en mi oído una vez más.
—Verá, profesora, ya doy en el centro. Puedo ver la flecha justo ahí—Le señalé—No entiendo qué me exige tanto. Probablemente la supere, en todos los aspectos.—La última oración la dejé en un susurro.
—Te he escuchado. Y sobre lo otro, te presiono, porque sé que cada vez lo harás mejor, por eso eres destacada en la clase, y mi favorita—Me sonrió, su sonrisa me parecía tan hipócrita—Así que sigue en lo tuyo y haz lo que yo diga.
Claro, ahora me trata mejor porque superé a Tina, apuesto a que si no, seguiría tratándome como a los demás. Mal.
Puse mi peor cara cuando la escuché gritando a unos de mis compañeros y coloqué la flecha en el arco, apunté y estiré con más fuerza de lo normal hasta dejar salir la flecha disparada y que se encajara justo a unos milímetros de la otra, rozandola y casi rompiéndola por la mitad.
—¿Ves? Eso ha sido por mi presión.
¿Por tu qué? Querida la que hace el trabajo aquí soy yo.
Me estremeció escuchar su voz en mi oído. Dios mío, era como un fantasma. Qué mujer tan insoportable.
Me quitaba hasta las ganas de seguir practicando.
Recogí las pocas cosas que traía arriba y las metí en mi mochila, me la colgué de un hombro saliendo de mi lugar de entrenamiento, si es que a disparar las flechas se le llama entrenar.
—¡Kendra!—Sentí la voz de él nuevamente en el día. Seguí caminando para molestarlo—¡Joder, Kendra!
Sentí su mano en mi hombro y como mi mochila cayó por su movimiento. Le sonreí y negué con la cabeza.
—Me estoy arrepintiendo de haberte brindado agua el día que había que escalar la montaña ¿Como haces confianza tan rápido?
—Pues verás, tengo un don.—Se pasó la mano por su cabello junto con una mirada "seductora".
Sus ojos brillaron más de lo normal con diversión mientras caminaba detrás de mí en silencio, aveces—la mayoría de las veces—molesta tenerlo en silencio.
—Toma—Pasé mi mochila para que quedara delante de mí y la abrí.
—¿Me compraste algo?—Su emoción me hizo sonreír con ternura, pero a la vez, disfrutaba ser mala con él, en el buen sentido.
—¿Que? Claro que no, solo saco mi celular un momento para que lleves mi mochila.
Con el ceño fruncido la tomó antes de que se la diera y reí por lo pequeña que se veía en el, era mucho más alto y corpulento que yo.
—Hey, Jungsoon ¿Cuando es tu próxima competencia?
—La semana que viene, pero es una pequeña, nada grande aún.
Asentí.
—¿Y tú? Casi no te veo.
—Bueno, Saratustra me presiona con que debo entrenar más, parece que quisiera a una francotiradora en su clase. Mi competencia es en una semana igualmente, si los días no coinciden puedes ir a verme y yo a ti.—Suspiré y lo miré—Bueno, ahora todo el peso cae sobre mi porque Tina no está, lleva días faltando a la escuela así que soy el reemplazo.
—Bueno, eso de reemplazo no me gusta como suena en ti, obviamente ya le cogiste la delantera a Tina. Y no sabía que tu profesora se llamaba así, sus padres la odiaban antes de nacer, un embarazo no deseado.—Cuando comenzó a reír a carcajadas lo miré de arriba abajo con una ceja arqueada por lo que intentó ser algo gracioso, pero terminó riendo solo de sus propias palabras.
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Sin salida
ParanormalDonde todos luchan por salir, donde todos luchan por vivir. Donde muchos morirán y todos perderán a un ser amado. Donde debes enfrentar cada obstáculo para poder encontrar una salida, aún así si no es seguro que la haya. Donde morir parece ser la ún...