𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼, 𝖺𝗇𝗀𝖾𝗅

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CAPITULO CUATRO
ANGEL

CAPITULO CUATROANGEL

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     Era la mañana siguiente y me dirigía a clase con Pansy, Lily y Elyisa. Ely no tenía clase con Lily y conmigo porque la primera lección de pociones es sólo para Hufflepuff y Slytherin, y Ely es una Ravenclaw... es nuestra niña bonita y lista. Me encantaba.

—¿Qué tal la primera noche?—.preguntó Ely.

Me encogí de hombros.—Estuvo bien. Podría haber sido mejor, ya sabes si Riddle no está ahora en nuestro grupo—.

Lily sonrió.—Agradécemelo después—.

Ely rió junto con Lily mientras yo ponía los ojos en blanco juguetonamente. Finalmente llegamos a clase, y Lily y yo nos separamos de Ely mientras entrábamos en el aula de Pociones. Snape nos saludó como de costumbre y nos indicó nuestros asientos asignados. Todos los años, Lily y yo nunca nos sentábamos juntas porque Snape tenía una norma según la cual dos alumnos de la misma casa no podían sentarse juntos; decía que teníamos que aprender a llevarnos bien con otras personalidades. A mí me parecía una tontería.

Me senté en la última fila, en el extremo superior izquierdo. Sonreí al darme cuenta de que no tenía que prestar mucha atención porque no me sentaba delante. Llegué a mi asiento y me senté; saqué tranquilamente todos mis materiales y empecé a dibujar mientras esperaba a que empezara la clase.

Sonó el timbre, y nadie se había sentado a mi lado, gracias a Dios. La clase comenzó, y Snape hizo sus habituales presentaciones del primer día, reglas, lista de útiles y sermones. Así que, básicamente, estuve libre durante la siguiente hora más o menos.

Cuando pasaron 10 minutos, la puerta se abrió de golpe y entró Riddle. Genial, simplemente genial. Empecé a mirar a mi alrededor y me di cuenta de que no había ningún otro asiento libre más que junto a mí.—Tienes que estar bromeando—,murmuré en voz baja.

Snape miró a Riddle de arriba abajo y se cruzó la túnica alrededor del torso mientras se cruzaba de brazos.—Llega tarde, señor Riddle—.

—Soy consciente de eso.—Contestó, poniendo los ojos en blanco.—Sé leer la hora—.

Snape le entrecerró los ojos.—Estás a lado de Diggory—.

—¿Y quién será?—

Snape se le quedó mirando un momento.—Arriba a la izquierda—.

Riddle miró hacia ahí y nos encontramos. Su expresión inexpresiva se convirtió en una sonrisa descarada mientras se dirigía hacia mí. Rápidamente miré hacia mi escritorio cuando se sentó.—Y nos volvemos a encontrar—,me susurró.

No respondí y me concentré en mis dibujos. Podía sentir su aliento caliente en mi cuello mientras miraba mi trozo de pergamino.—¿Tú dibujas?—Me preguntó.

Una vez más, no respondí.—No eres muy habladora, ¿eh?—.

Solté un suspiro.—Déjame en paz—.

Levantó una ceja.—Hmmm no... eso no suena divertido—.

Centré los ojos en la pizarra mientras Snape escribía recetas de pociones. Empecé a escribirlas, aunque ya lo había hecho el año pasado. Necesitaba hacer algo antes de explotar.

—¿Te importa si te pregunto por qué me odias tanto? Quiero decir, también conozco a mi padre, pero—,hizo una pausa y se encogió de hombros antes de susurrar,—no estoy muy seguro de que debas tener miedo—.

Lo miré por un momento, pensando en gritarle. Pero decidí no hacerlo y seguí escribiendo. Sonrió mientras hablaba.—Ángel, por favor, sólo conóceme, te prometo que valdrá la pena—.

Me reí y negué con la cabeza.—Eres el diablo—.Hice una pausa y lo miré a los ojos.—Y no puedo dejarme atrapar por tu caos—.

Volví a apartar la mirada, pero sentí que sus ojos me quemaban la cabeza. Se inclinó más hacia mí y sus labios rozaron suavemente mi oreja.—Claro—.

Se me cortó la respiración y se apartó, sacando la pluma y el pergamino. Giré un poco la cabeza para mirarlo antes de apartar rápidamente la vista.






☆彡





Las clases habían terminado, y estaba pasando el rato con Lily en un pasillo vacío.—Así que... te vi con Mattheo en pociones—, sonrió.

Gemí y me cubrí la cara con las manos.—Dios, no me lo recuerdes—.

—Entonces, ¡¿qué te dijo?!—Preguntó emocionada.

—Me dijo: 'Ángel, por favor, sólo conóceme, te prometo que valdrá la pena'. Literalmente me quería morir. ¿Quién se cree que es? Y luego dijo '¿Por qué me odias tanto?' oh, no sé, tal vez porque mi madre está muerta por culpa de los que trabajan para su padre—.

La sonrisa de Lily se desvaneció.—Oh, vamos, Rory... probablemente ni siquiera sepa nada de eso... y no es culpa suya. Pero OH DIOS MIO, te llamó Angel, eso es adorable—.

Sacudí la cabeza.—No.—

Ella suspiró.—Aunque tiene razón, conócelo—.

Me encogí de hombros.—Le dije a Cedric que no lo haría. Dijo que confía en que no lo haré. No puedo traicionarlo así. O incluso a mi padre—.

Ella gimió.—Ugh. Tu hermano está arruinando mi hermoso plan. Ustedes dos serán la pareja más hermosa de Hogwarts—.

Puse los ojos en blanco juguetonamente.—No.—

Ella sonrió.—¡Sí!—

Estaba a punto de responder, pero nuestra conversación fue interrumpida por el resto de nuestros amigos que se unieron a nosotros, incluyendo a Riddle y Theodore.

—Hola, hola, hola—,dijo Pansy, rodeándonos con sus brazos a Lily y a mí. Lily y yo soltamos una risita y le devolvimos el saludo. Ely se dirigió hacia nosotras y todas las chicas nos dimos un pequeño abrazo de grupo, todas sonrientes.

Los chicos se sentaron contra la pared.—Veo que Theodore ha dicho que sí—.inquirí, soltando a las chicas.

Draco asintió.—Sí, y me siento mucho mejor sabiendo que no soy el único chico. Las chicas a veces son agotadoras—.

Los cuatro jadeamos.—¡Oh, no, no, no!—dijo Pansy mientras se llevaba una mano al corazón.—¡Nosotras no!—

Todos nos reímos, incluidos los chicos. Nosotras también nos sentamos y empezamos a apoyarnos la una en la otra. Es decir, mi cabeza estaba apoyada en el regazo de Lily; la cabeza de Lily descansaba contra el hombro de Pansy, y las piernas de Pansy estaban abiertas sobre los muslos de Ely. Los chicos estaban a lo suyo.

—Entonces, ¿cómo estuvo el primer día de todos?—preguntó Theodore.

Tan pronto como la preguntasalió, Mattheo me miró-nos encontramos con los ojos. Nuestros ojospermanecieron conectados durante lo que me pareció una eternidad. Y no pudeapartar la mirada.

 Y no pudeapartar la mirada

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𝐓𝐇𝐄 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐄𝐍 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 | ᵐᵃᵗᵗʰᵉᵒ ʳⁱᵈᵈˡᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora