ambos se encontraban en casa, pero mingi no había salido de su oficina en todo el transcurso de la mañana, por lo que le escribiste unos cuantos (tal vez muchos) mensajes de texto. creías que el mayor estaba enojado contigo ya que lo único que te respondió fue un "estoy ocupado" así sin más.
tener apego ansioso no era para nada fácil, y menos cuando estás acostumbrada a recibir atención constantemente.
te levantaste de la cama aún con la cobija envuelta sobre tus hombros, dirigiendote con pasos no muy apresurados a la oficina de mingi. una vez frente a la puerta tocaste pacientemente 3 veces. no hubo respuesta alguna, por lo que tomaste la manija de la puerta y abriste lentamente, asomando un poco tu cabeza.
allí estaba el, con ambas piernas cruzadas sobre el escritorio, el ceño notablemente fruncido - mingi? - lo llamaste tímidamente por su nombre, tus ojos estaban visiblemente cristalizados, sentías fuertes ganas de llorar pero te contenías, no solías ver a mingi enojado por lo cual esto afectaba tu estado de ánimo.
- ¿qué pasa, bae? pareces una bebé llorona, te dije ya que estaba ocupado, deja de joderme - dijo el rubio alzando demás la voz. rompiste en llanto inmediatamente, diste un portazo y corriste a la habitación, cerrando con seguro.
te tiraste en la cama cubriendo todo tu cuerpo con la cobija, empapando tu almohada con las lágrimas que salían de tus ojos y se deslizaban por tus mejillas sin parar. segundos después de que entraras a la alcoba sentiste los rápidos pasos del mayor dirigiéndose a esta, y luego los insistentes toques en la puerta, pero te negabas a abrir. - bae, shin bae ábreme - el chico soltó un gruñido y se fue.
un par de minutos después tu celular comenzó a sonar múltiples veces, llamadas y notificaciones de reflejaban en la pantalla, todas eran de mingi.
Mingkii ★
bae 12:19 p.m
bae perdóname 12:19 p.m
por favor 12:19 p.m
corazón, no fue mi intención hacerte sentir mal, lo siento. 12:21 p.m
bae responde 12:22 p.m
estaba enojado por algo del trabajo, sé que no debí comportarme así contigo 12:24 p.m
maldita sea 12:24 p.m
dejaste el celular a un lado y no hablaste con el sino hasta el otro día, realmente te dolieron sus palabras, pero lo que te dolió mucho más fue el hecho de que el sabía a la perfección cuan sensible eras y aún así fue grosero y alzó la voz.
aunque tampoco podías ser tan "dramática", tu también sabes lo mucho que el trabajo estresa a tu chico.
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hola de nuevo! realmente me mató la ansiedad y no pude evitar subir otro capítulo 😞
