Jasper

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Estando todos juntos en el comedor de la cafetería, te pusiste a recapitular una vez más lo que te habían contado el trío dinámico, pero había una cosa que aún no quedaba en claro. Tu actitud llamó la atención de tus amigos.

Estabas tan silencioso y apenas apartabas la mirada de tu plato.

—¿Te encuentras bien, _____? —preguntó Nikki, mirándote con sus ojos rosados.

Miraste los ojos de Nikki antes de externarle tu inquietud.

—¿Cómo es posible que Jasper...

Max te dedicó una mirada penetrante y seria. Hablar de esos temas rodeados de muchos más ojos y oídos lo ponía en alerta máxima.

—Evita mencionar su nombre, no queremos que David tenga otra crisis —dijo Max en voz baja.

Guardaste silencio.

—Tocando el tema... —Neil comenzó a hablar, pero Max lo miró con el mismo sentimiento de querer cerrarle la boca—. No tiene sentido, en verdad.

—¿A qué se refieren? —preguntó Nikki, intrigada.

—Sé que ahora mismo no puedo comentarlo con libertad, vayamos a otra parte para que pueda explicarlo —sugirió Neil, levantándose de su asiento.

El castaño fue el primero en ponerse de pie y dirigir a los demás a un lugar apartado del resto.

Neil se acomodó los lentes y prosiguió a relatar:

—¿Por qué hasta ahora Jasper salió por fin de Spooky Island si no lo hizo en tantos años? —miró a sus amigos, algo en sus ojos parecía mantenerlo impresionado y sediento de alguna explicación lógica.

—¿Eso tiene algo de importante ahora? —preguntó Max, curvando una de sus pobladas cejas.

Silencio.

—¿En serio se están rompiendo la cabeza por descubrirlo en vez de preguntármelo personalmente? —dijo Jasper, apareciendo de repente.

—Bien, ya que estás aquí e insistes, háblanos de eso —dijo Max.

—Espera, ¿estuviste todo este tiempo con nosotros y escuchándonos? —preguntó Nikki, sorprendida.

—Soy un fantasma, inevitablemente puedo ver y escuchar todo lo que quiera —sonrió amablemente Jasper.

—Perturbador... —comentó Neil.

—¿Observas y escuchas todo? ¡Cielos!, debes de dormir utilizando tapones para oídos —dijo Nikki, medio en broma.

—¿Qué? ¡No!, claro que no. No soy esa clase de fantasma "rarito" que disfruta espiando a la gente. Yo solamente los observo y escucho cuando hablan entre ustedes, nada más allá de eso —cruzó sus brazos Jasper.

—Basta. Lo que queremos saber es por qué decidiste "mudarte" de Spooky Island para flotar por aquí —interrumpió Max.

Los ojos azul brillante de Jasper se iluminaron un momento mientras sujetaba su mentón y pensaba.

—Mmm, realmente no lo sé... ¿Conveniencias del guion?

—¿Qué? —preguntaste, sorprendido.

—No lo sé, chicos. Sencillamente quise estar con alguien que pudiera entenderme, además, los conozco a ustedes tres desde hace años —respondió Jasper.

—Oh, sí, cuántas veces llegamos a entrar a Spooky Island —dijo Nikki, recordando.

—Fueron como tres, pero no hace falta rememorar eso. Aún puedo ver a todos esos ancianos reunidos... —comentó Neil.

—Olvídense de eso —dijo Max.

—Bueno, al menos tenemos una explicación más convincente —dijiste.

—Oh, hola chicos. ¿Teniendo una pequeña reunión secreta como en los viejos tiempos? —David apareció con una sonrisa paternal.

—No realmente, pero al menos estamos conviviendo como en los viejos tiempos —respondió Nikki.

—Bien, intenten no hacer algo ilegal o que termine rotundamente en un castigo para todos —advirtió David, medio en broma.

—¿No somos lo suficientemente grandes como para ser castigados todavía? —preguntó Neil.

David echó a reír.

—No, aún tengo esa autoridad para hacerlo —respondió.

—Interesante... —dijo Nikki.

Cuando David apareció, Jasper hizo lo contrario. Desapareció antes de que el adulto pudiera mirarlo y saber lo que realmente estaba pasando en ese momento.

—Esto es una mierda —Max recostó la cabeza en el muelle de madera frente al lago.

—Vamos, no creo que sea para tanto. Quizá y hasta empecemos a divertirnos. ¡Podríamos jugarle bromas a todos con un fantasma! —dijo Nikki, tratando de animar el ambiente.

—¿Eso no es un capítulo de SpongeBob? —comentó Neil, sarcástico.

Mientras ellos tres intercambiaban palabras, tú y Jasper se mantenían hablando dentro de su mundo, hablaban de cosas que para otros eran extrañas. Aunque, realmente es extraño estar hablando con un fantasma como si fuera lo más normal del mundo. Todo en Camp Camp es todo, menos usual.

—Entonces... todo eso estuviste viviendo mientras estabas en esa isla. Suena algo... —dijiste.

—¿Aburrido, horrible? —preguntó Jasper.

—Eh, bueno, iba a decir monótono. Pero si quieres podemos llamarlo aburrido.

—Dejaba de ser aburrido cuando entraban chicos con quienes poderme relacionar, como ellos tres —dijo Jasper, mirando al trío dinámico, que seguía riendo y burlándose de cualquier cosa.

—Entiendo. Perdón por preguntarte esto, pero... ¿no extrañas tu antigua vida? —preguntaste, con curiosidad.

Jasper se quedó callado. La leve sonrisa en sus labios se desvaneció al mirar las aguas verdosas del lago.

—Mmm, no había pensado en eso desde hace mucho tiempo.

—En serio, perdón por preguntar, podríamos cambiar de tema.

—No. No te preocupes, creo que es necesario para que no olvide las cosas. Remontando tu pregunta, creo que lo único que extraño es a mi madre. ¿Algo obvio, no? —volvió a sonreír.

—Sí...

—Lo que estoy a punto de decir es lo que todas las personas en el mundo dicen. Mi mamá es la mejor de todas, o al menos, era la mejor de todas. Una mujer bastante bella y amable. Ella horneaba las mejores galletas de todas, solía ayudarla a decorarlas... En Halloween decoraba toda la casa con luces, adornos y muñecos con olor a plástico. ¿Te lo imaginas? Ella era la mejor persona en el mundo. Papá también, pero... no le llegaba a los talones a mi madre.

—¿Estaban divorciados?

—No, pero papá siempre estaba inmerso en su trabajo y esas cosas. Y al mamá no trabajar, me la pasaba todo el día con ella. Ya sabes, típica familia americana de los 90's, un padre trabajador y una madre ama de casa, amorosa, dedicada al 100% del hogar y su único hijo.

—Ya lo creo.

—Bien, ya sabes más de mí, ahora... cuéntame más de ti.

Suspiraste suavemente, conjugado con una pequeña sonrisa.

—¿Qué es lo que quieres saber de mí?

—Cualquier cosa, alguna anécdota graciosa de la escuela, si tienes alguna mascota. Ya sabes, cosas monótonas de conversaciones.

—Bien, podría empezar diciendo...

Comenzaste a relatarle a Jasper aspectos de tu vida, algunos más importantes que otros. Le hablaste de tu familia y cómo habías llegado al campamento en primer lugar. Se quedaron juntos hasta que el trío dinámico se sintió opacado por las conversaciones que mantenían tú y el fantasma.

❁۪͙࣪࣪۫⃑•˖𝑻𝒖 𝒆𝒏 𝑪𝒂𝒎𝒑 𝑪𝒂𝒎𝒑.ೃ⸙༉ || ᴺᴱᵂ ᴬᵁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora