Al caraj#@ con el amor

De persona a animal

Alguna vez.. sentí el amor más meloso de todos. El era alto, de piel más clara que la mía, ojos verdes y cabellos rizados del color como de un caramelo de leche, lunares en todo su cuerpo y una sonrisa que me hacía sentir como el sol cálido por la mañana. No solo era atractivo si no también demasiado dulce, el solo ponerme en su pecho era como el recostarme en un pan recién horneado de nata de leche.

Todo lo que hacía era con tanta dulzura, que hacía que sonriera con el solo escuchar su dulce voz, yo realmente lo amaba.., sin importarme si no tenía mucho dinero, o que no tuviera tantas cosas, no me importaba que fuéramos de lugares diferentes, culturas distintas, raíces divididas por grandes terrenos de tierra. Y aún así, aún cuando juramos amarnos con el alma, unir nuestro amor por anillos de compromiso.., solo un día escucho una palabra que me marcaba en pecho e dejaba la garganta sin habla..

-Lo siento Quetzali.., pero no puedo seguir con esto..

Un silencio se apoderaba de la habitación oscura donde una joven de piel morena y cabellos negros como el carbon cortos con tramos ondulados con algunos lacios aún que despeinados se ponía notar. Lágrimas salían de sus grandes ojos cafés con toques amarillos, se tomaba el pecho e presionaba más su teléfono donde aquel hombre que tanto amo estaba dándole una de las noticias que más macaria su corazón.

-P-pero porque!?

Dijo Quetzali sin entender el porque de sus palabras tan hirientes.

-Yo solo.., no estoy listo para casarme..

Decía el hombre con algo de pena mientras miraba el suelo por las palabras que acaban de salir de su boca.

-Es por lo de venir a vivir a México?, si quieres podemos ir a Canadá, a dónde siempre quisiste, no debemos casarnos por ahora, podemos ir más lento si es lo que necesitas

Decía Quetzali intentando no llorar más, pero mientras entraba en desesperación por sentir que su amor la estaba abandonando. El hombre suspiraba e intentaba enfocarse.

-Quetzali yo..

Derrepente se escuchaba algo de ruido y una mujer riendo.

-Люба, давай танцювати! Скажи в офіс, що ти на нашій річниці. (Amor ya vamos a bailar!, dile a la oficcina que estas en nuestro aniversario)

Decía esa voz femenina entre risas, el joven hombre volteaba e sonreía amable.

-почекай трохи добре? (Aguarda un poco si?)

Decía con una sonrisa nerviosa, aquella mujer le daba un beso en su mejilla y se iba riendo con más personas, Quetzali escuchaba solo las risas de la mujer e sentía que se quemaba por dentro.

-Keiden.., quién está ahí?, acaso me estás terminando por alguien más!?

Decía Quetzali entre llanto y enojo mientras intentaba digerir todo lo que pasaba. Keiden no decía nada y se mantenía en silencio, Quetzali se quedaba callada sintiendo que su intuición era asertiva.

-Mira.., lo nuestro nunca iba a funcionar, espero y me perdones, te de volveré los regalos que me enviaste acá a Ucrania, espero y encuentres a alguien que si pueda estar contigo..

Decía Keiden de manera sería e colgaba la llamada, suspiraba y tomando una bocanada de aire frío se iba sonriente asia la fiesta que le estaban asiendo por su relación con la que al parecer.. era su pareja.

Mientras tanto Quetzali solo caía al suelo, sentía una mezcla de rabia y gran tristeza, lanzaba el teléfono a la pared dando un grito de irá mientras lágrimas amargas salían. Salían por un corazón dolido y triste, decepcionado por los tantos días.., semanas.., meses.., años de amor incondicional para solo terminar con un hueco en el pecho. Hueco que no sabría con que lo llenaría.

Sentía gran irá y dolor, el saber que le había presentado a mi familia e amigos, desde estar juntos en el mismo trabajo.. no entendí el porque de su decisión tan repentina. Pero desde ese día me volví más un animal que una persona racional...

Actuar más por el instinto de sobrevivir, que de sentir algo más genuino, ya no pensaba tanto en mis amigos que me veni han a ver por notar mi ausencia en mi escritorio, familia que intento sacarme a conocer más gente para olvidar todo lo que pasó, mi gefe que llamaba para ver si volvería a la oficina a trabajar o solo seguiré trabajando desde mi cama que se hacía ya parte de mi. No fue así hasta ese día que al tocar mi teléfono esa mañana donde estaba envuelta de entre cobijas y restos de comida, note mi bandeja llena como siempre.

Cómo siempre me daría igual y preferiría el solo ignorarlo hasta que notaba una notificación de alguien que pensé no volver a ver, entraba dudosa de que fuera el, al entrar veía su foto donde podía reconocer esos ojos, esa mirada, esa sonrisa entre un millón de personas.. sin duda era el!, decidida y algo temerosa entraba, pensaba que se había olvidado bloquearme de redes sociales, era raro ver sus fotos solo y sin mi, hasta que notaba una nueva publicación donde al ver la no sabía que decir.

-"Felicidades a la hermosa pareja!"

-"Sabía que esta relación llegaría lejos!!, espero y nos inviten"

-"Keiden y Anhelina espero que en esta nueva etapa sean muy felices, esperamos ser también testigos en su boda"

Leer esos comentarios..., ver su foto donde estaban sus manos juntas, entrelazando sus dedos con ese anillo que alguna vez use.., solo.. ya no podía llorar más.., mis ojos estaban secos y mi cabeza solo daba vueltas. Sin más solo sentía como me estaba uniendo más y más en mis pensamientos..

-"¿que tenía ella que no tenía yo?, ¿Acaso siempre le fui un juego?, ¿Porque me dedico tantas promesas vacias?, nunca fui suficiente para el..."

Pensamientos que chocaban entre si hasta terminar escuchando el timbre de mi departamento..