No importa que tan lejos ||Neptuno x Urano||

Prólogo

Narra/Omnisciente

"Un viaje al pasado"

Neptuno, el octavo y último planeta del sistema solar. Neptuno era un planeta amable y muy alegre, que siempre hablaba con sus dos amigos, Saturno y Urano, Urano era su mejor amigo, él siempre le trataba de enseñar a dibujar, Neptuno aunque no se le daba muy bien dibujar siempre lo intentaba pero definitivamente no era lo suyo.

Todo iba normal, hasta que un día de repente se dió cuenta de que se estaba alejando de su órbita... No tuvo más remedio que aceptar la realidad, no podía cambiar nada, estaba impotente... ¿Que podía hacer un simple planeta contra las leyes de las físicas? Nada.

Al principio se la pasaba llorando, extrañaba tanto a sus amigos, Neptuno odiaba la soledad y no se la deseaba a nadie. Fue entonces cuándo empezó a dibujarle caras a los asteroides, quería seguir recordando a Urano, y pintar le recordaba mucho a él. Aunque poco a poco fue perdiendo la cordura y su memoria fue deteriorando, olvidando poco a poco a sus amigos y sus rostros, sus personalidades, sus gustos y todos los momentos que había pasado con ellos, incluyendo a Urano. Así fue hasta que salió de su órbita un rato y vió un cuerpo celeste a lo lejos, sus colores eran celestes y tenía un fino anillo rodeándolo, con una inclinación orbital de 98 grados, realmente era especial... La curiosidad en Neptuno despertó y casi inmediatamente sin pensarlo dos veces fué hacia aquel cuerpo celeste.

—¡Hooolaa!— Gritó el azulado planeta apareciendo detrás del anillado cuerpo celeste.

El contrario pegó un pequeño grito del susto y cerró rápidamente aquel libro que sostenía con la fuerza de su gravedad. Se volteó con una severa mirada de enojo y un tic en el ojo bastante notable, no le gustaba que lo asusten.

—¿¡Que quier-!?— La mirada de aquel cuerpo cambió repentinamente al mirar mejor al planeta que tenía enfrente, sentía que sus ojos se empezaban a nublar y tenía un nudo en la garganta... No lo podía creer, era él, era su amigo... El que por tantos años había estado preocupado, ¿¡cómo podía volver así de la nada!? Aunque eso no le importó en el momento, solo quería lanzarse a él y abrazarlo, llorar y no soltarlo nunca... No quería que se vaya de nuevo.

—Emm... ¿Hola?— Por alguna razón a Neptuno se le hacía muy familiar aquel cuerpo pero no tenía ningún recuerdo de él. El desconocido a la vista de Neptuno, se había quedado viéndolo, en shock, sin creer lo que tenía enfrente... Minutos después una sonrisa se formó en su rostro y lágrimas comenzaron a llenar sus ojos, inmediatamente se lanzó a Neptuno para abrazarlo, aunque con cuidado de no crear una colisión.

—¡NEPTUNO! No puede ser... ¡Estás bien! Oh por dios... Estuve tan preocupado por tí estos años... ¿¡Dónde estabas!?

—Am... Disculpa peroo... ¿Quien eres?— Soltó el azulado con una mirada tonta.

—¿Que? Soy... Urano, Neptuno.

—Urano... Urano...- Repetía Neptuno en voz baja desviando la mirada hacia abajo.— Mm... ¡Nope! No sé quién eres.

—Neptuno... Esto debe ser una broma, ¿cierto?

—Mm... Creo que no.

—Neptuno... Ya está bien con la broma... Sí caí, muy graciosa, pero ya...

A Neptuno aquel nombre se le hacía algo familiar pero seguía sin saber quién era.

—Bueno... No importa, quieres ir a... ¿Pintar?— Preguntó Urano con una leve sonrisa algo triste.

—¡Claro! Me gusta mucho dibujar, aunque nose si lo hago bien.- Respondió Neptuno con una sonrisa.

—Bueno... Vamos entonces. Ven, tengo un par de lienzos y pinturas.

—¡Yeeei!

Urano pensó que se quedaría por más tiempo pero mientras dibujaban simplemente volvió a desaparecer cómo si nada... Dejando una pintura de él y Urano en aquel lugar donde estaba dibujando. Urano estaba confundido... "¿¡Por qué!? ¡Apenas había regresado después de estar tanto tiempo desaparecido y se iba cómo si nada!" Todo esto pasaba por la mente de Urano en esos momentos, con algo de enojo pero a la vez tristeza... No quería que se vaya... No de nuevo...

Entonces, con Saturno decidió ir a buscarlo, se encontraron un planeta enano en el camino, Eris. Ella les dijo dónde quedaba la órbita de Neptuno pero se negó a guiarlos. Asique Urano y Saturno partieron rumbo a la órbita del azulado, estaba algo lejos pero todo era por su amigo, se perdieron varias veces pero cuándo escucharon una voz fueron rápidamente hacia allí y se encontraron a Neptuno, estaban muy felices y aunque Neptuno definitivamente parecía que había perdido la cabeza, estaban felices de haberlo encontrado, entonces lo llevaron a la órbita de Urano y ahora sí, todo volvió a ser cómo antes.

Con el regreso de Neptuno, Urano había estado más feliz, aunque Neptuno no lo recordaba por completo, poco a poco iba recordando.

Entonces, pasó un tiempo cuándo Neptuno ya había recordado casi todo, aunque su memoria no había mejorado al menos ya conocía a casi todos los planetas, excepto a algunos que jamás había escuchado de ellos y no los conocía. Todo había vuelto a la normalidad, aunque Neptuno en realidad tenía que estar en el cinturón de kuiper, se la pasaba más en la órbita de Urano, hablando con él y con Saturno.

Pero... De un momento a otro, Neptuno volvió a desaparecer... Esta vez sin dejar rastro, nadie sabía de él, nadie sabía dónde estaba, nadie sabía si estaba vivo aún...

La preocupación de Urano cada vez aumentaba más y más, llegando al punto de llorar pensando en todas las cosas que le podía haber pasado a Neptuno, ¿Y si estaba muerto? ¿Y si se había desintegrado? ¿¡Y si un asteroide gigante había chocado con él!? ¿Y si... Simplemente se cansó de ellos? Urano no aguantaba las ganas de llorar, y solo con pensar en todas las posibilidades se formaba un nudo en su garganta... Se forzó a si mismo a pensar que Neptuno estaba bien "Neptuno está bien... Solo se está dando su tiempo en su órbita... Quizás... Quizás solo se sintió asfixiado con tantos planetas así de repente, quizás es difícil para él, un planeta que por años estuvo en soledad y se acostumbró a ella, de repente tenga a muchos planetas a su alrededor... Sí, de seguro se está dando un tiempo... Quizás deberíamos empezar algo lento para que no se sienta asfixiado" Pensaba Urano...

Que equivocado que estaba...