𝘴𝘶𝘯𝘰𝘰 ☺︎ 𝘩𝘦𝘦𝘴𝘶𝘯

➄︎

𝘴𝘶𝘯𝘰𝘰, 𝘥𝘢𝘥𝘥𝘺'𝘴 𝘣𝘰𝘺𝘧𝘳𝘪𝘦𝘯𝘥

"But we were something, don't you think so?
Roaring 20s, tossing pennies in the pool
And if my wishes came true, It would've been you — taylor swift."

Heeseung siempre que veia a Sunoo lo llenaba de besos, en el pasillo, en los baños, en su habitación, en su auto, siempre que tenia la oportunidad no la desaprovechaba y lo llenaba de besos y marcas. El menor no se quejaba para nada, le encantaba toda la atención que le daba el muchacho y sobre todo le encantaba cuando lo llamaba con apodos tiernos o coquetos. El mayor mejoro en sus notas y la nota de sus exámenes eran altas, poco a poco volviendo a quedar como el mejor estudiante de la escuela. Sus padres volvían a presumirlo y a aceptarlo un poco enfrente de las demás personas, haciéndole sentir orgulloso de si mismo. Pero cuando sunoo lo felicitaba... era de otro mundo.

Lo halagaba y animaba, lo llenaba de besos y palabras de alegría, le decia lo orgulloso que estaba y lo increíble que le estaba yendo, heeseung sentía especial y amado en esos momentos. Su ángel salvador, como llamaba a sunoo con las demás personas, era un dulce chico al cual le entregaría el mundo entero cuando tuviera la oportunidad, hacia reír de ternura a todos los que escucharan a Lee hablar de aquel muchacho salvador. Todos agradeciéndole a sunoo por regresar al viejo heeseung. Y aunque no fuera a Princenton, busco mas universidades junto a sus amigos para intentar negar la idea de que estudiaría en la horrible universidad de su padre. Su vida estaba yendo bien, sus notas altas volvieron, se sentía más alegre y con energías, todo iba bien hasta un día. O noche mas bien, en la casa de Wang.

—¡tú puedes hyung!— animo Jongseong, un muchacho increíble y talentoso en cualquier cosa que hiciera, la admiración de heeseung. El mayor respiro hondo y se acerco a su salvador, este reía y conversaba con otros compañeros mientras sostenía su vaso y se recargaba en una pared. —lamento interrumpirlos chicos, pero necesito a sunoo un ratito— hablo sonriente, pasando su brazo por los hombros del peli negro quien lo vio sonriente. —¡uuh! Kim y Lee van a besarse⁓ — bromearon los estudiantes haciendo que ambos muchachos se pintaran de rojo, el menor se despidió de sus amigos acompañando a seungie, como el le decia. —¿necesitas algo? ¿Te sientes bien?— pregunto, pero no obtuvo respuesta.

Sintió como el mayor unía sus labios en un lento y dulce beso, sintiendo el sabor de alcohol en estos, sonrió siguiendo el beso enredando sus brazos en los hombros contrarios, teniendo cuidado de no botar el vaso y empapar al chico que lo besaba con amor. Estaba sorprendido, muy sorprendido. Usualmente ellos compartían besos solo en privado, cuando se aseguraran que no hubiera nadie viéndolos porque compartían el miedo de ser encontrados por personas indeseadas —los padres de heeseung— y ser separados brutalmente, y esta vez que el mayor se atreviera a besarlo en un lugar algo publico le sorprendió, estaban en el patio trasero del dueño de la casa, la casa temblaba de lo fuerte que era la musica y los jóvenes bailaban hasta el amanecer, nadie estaba en la piscina, solo ellos compartiendo un lento y suave beso. O así fue hasta que apareció Jongseong pasado de vasos corriendo.

—¡quítense tortolos!— dijo empujándolos hacia la piscina para luego tirarse de clavado el, los estudiantes llenos de adrenalina hicieron lo mismo, la fiesta se movió de la casa ha la piscina. Sunoo y Heeseung jugaban con el agua mientras la gente observaba en silencio como una gran historia de amor se creaba. Porque no importase que se besaran en privado, todo el mundo sabía que estaban destinados a estar juntos.

Cuando el sueño empezó a ganarle a el menor, la pareja decidió irse, dejando a su amigo en manos de un chiquillo de tercer grado al cual estaba enamorado Park. Sunoo tiritaba del frio mientras caminaba tomado de la mano de su amante por el agua que seguía corriendo por su cuerpo, ambos estaban empapados y tiritaban del frio que habia, pero eso no impidió que sus corazones calentaran sus pechos cuando se daban pequeños besos castos en los labios. —¿y eso que ahora nos besamos en publico?— pregunto Kim separándose del beso, se habian detenido en una parada de auto bus para calentarse un poco —para besarse con más comodidad—, el peli negro rio —¿no te gusta?— dijo tomando las mejillas del chico y acercarlo a el nuevamente. —mmh- no es eso, e- es sorprendente eso es todo— hablaba intentando alejarse, pero no obtuvo respuesta, solo que Lee lo tomara con más fuerza para impedirse separarse. —¡heeseung!— dijo riendo separándose, este reía con sus mejillas —es que te amo mucho sunoo, no quiero seguir manteniéndote en secreto, ni fingir que no me gustas o que solo somos amigos— empezó a hablar mirando sus zapatos, temiendo la reacción del muchacho.

Porque la última vez que abrió su corazón, lo rechazaron.

—amo estar a tu lado y tu me has llenado de colores, estoy enamorado de ti desde el primer día, desde que te conocí no he dejado de soñarte ni de querer algo contigo, algo en serio no solo besos o chupetones, algo enserio sunoo porque por ti, soy capaz de arrancarme el corazón del pecho y venderlo para hacerte feliz— aquello hizo que el chico hiciera un gesto de asco, pero su corazón latía con tanta fuerza. —tu me has llevado a ser alguien mejor y me has llevado a querer ser alguien mejor, quiero aprender y cometer errores contigo, quiero casarme, ir de viaje y envejecer hasta que la tinta se acabe para nosotros, quiero escribir una historia única y llena de amor contigo, sunoo déjame ser tu novio— el muchacho escuchaba todo callado, no tenia palabras para describir lo feliz que se sentía, tampoco tenia fuerzas para reaccionar con saltos por la emoción, solo pudo derramar lagrimas sollozando lleno de sentimientos. —hey... no era para que lloraras, ven acá— heeseung lo atrajo hasta su pecho para que llorase, acariciaba su cabellera oscura y dejaba besos en ella, nervioso por la respuesta. —n-nunca se me habian confesado de esa manera— sollozaba sonriente —¿se te han confesado antes?

—n-no.

—¿¡entonces!?— ambos reían sin darse cuenta de que el sol empezaba a llenar la ciudad de colores cálidos, heeseung volteo al dejar de reír y noto la penetrante mirada del chico, este sonreía ligeramente mirándolo con detalle y admiración sus ojos miel. —seamos eternos heeseung— susurro transmitiendo todo lo que sentía en aquellas simples palabras. —ya lo somos, sunoo. Somos eternos.