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Cinco meses.
Cinco meses habían pasado desde que Ronaldo López e Isabella Rivera se habían visto por primera vez, en aquel evento tan esperado por muchos fanáticos para ver cómo la gran Samantha Rivera ganaba un combate. Ronny y Bella habían pasado grandes momentos juntos, el primer beso en la alberca, las noches de tiernos abrazos mientras dormían o la primera noche de sexo que tuvieron. La fiesta de disfraces, los viajes y aventuras que pasaron en diferentes partes del mundo. Se habían aprendido a querer y Bella había aprendido que por más que quiera a Ronny, ellos no son nada y ambos pueden hacer lo que quieran con sus vidas.
Ahora, después de tanto tiempo, por fin ya es noche buena, y Bella había organizado la cena. Invitó a su familia y la de Félix, también invitó a Ronny ya que sus padres lo querían conocer y pensaron que sería la oportunidad perfecta de hacerlo. Así que Félix y Samy se encontraban haciendo el pavo mientras Bella ayudaba y cocinaba algunas otras cosas, estaba muy emocionada por ver a sus padres ya que casi no tenía tiempo de verlos y casi no hablaban.
- Ya quedaron las papas Sam. -Avisé para tomar una charola de cupcakes-. Meteré los cupcakes al horno e iré al súper.
-Está bien pitufa, pero muévete rápido que ya casi llega Ronny eh.- respondió mi hermana sin despegar la mirada de la grande ave que cocinaba.
Sonó el timbre y corrí a abrir, era claramente Ronny tras la puerta con un montón de materiales que no entendía para qué eran.
-¿Qué es todo eso Ronny? -reí con curiosidad-. ¿Vienes a taller de manualidades o qué? -me burlé de todo el papel que cargaba consigo.
-Es una sorpresa, vieja chismosa. - dijo frunciendo el ceño.
-Claro claro, pasa antes de que me arrepienta. - dije sonriendo. tomé las llaves de la camioneta y volteé a ver a Ronny-. Iré al súper con Valdo, ya vengo familia hermosa. -
Me adentré en la camioneta y comencé a conducir hasta la casa de Osavldo, quién me esperaba afuera de su bella y grande casa. Llegamos al súper y decidimos buscar primero las cosas que yo necesitaba, ya que mi lista era más extensa y la suya era una lista pequeña de comida hecha para llevar a casa de sus padres.
-Busca dulces y yo buscaré casitas de jengibre. -ordené
-Dulces, claro claro. -contestó para luego comenzar a buscar
Pasamos una hora con decoraciones y actividades, pero al fin terminamos y compramos cafés para sentirnos adultos responsables que facturan y pagan comida para sus familias.
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