II

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Seungcheol era un empleado muy eficiente.

Él había encontrado todo sobre Seokmin, desde el día que nació, el tiempo que estuvo en casa de los Hong y que era lo que había pasado para que él terminarán siendo tocado por hombres lujuriosos.

Según él expediente qué Choi le había entregado: Lee Saha, la madre de Seokmin había fallecido tan solo tres años atrás, haciendo que este se quedara como el responsable de su hermano menor, Lee Chan.

Seokmin, el ser más hermoso que Joshua había conocido en su corta edad de 24 años, había tenido que recurrir al camino más fácil que había encontrado, la prostitución.

Ahora vendía su cuerpo a hombres y mujeres que estuvieran dispuestos a pagar las buenas cantidades a cambio de que él les diera un buen servicio, según las palabras de Choi, Seokmin daba unas muy buenas mamadas.

Así que ahí estaba, tres noches después de que lo había visto nuevamente, frente a la misma esquina en el mismo minisuper, esperando que el castaño apareciera después de que su tercer cliente de la noche lo recogiera, no había podido sacarse al menor de la mente así que estaba dispuesto a pagar una jugosa cantidad a cambio de un beso de ser posible.

Seokmin bajo del auto gris y se despidió de su cliente, probablemente era un cliente frecuente por que le grito un "Nos vemos la próxima cariño" y luego se dio la vuelta para volver a sentarse con sus compañeras de trabajo; el castaño no solo era un chico hermoso, también era el único chico que se paraba en el lugar.

Si te acercabas lo suficiente podías ver que el menor usaba maquillajes discreto, alguna veces usaba tacones y sus piernas cada noche estaban dentro de unos shorts demasiado cortos.

Por un momento se lo imagino, arriba de su coche siendo jodido por el mientras repetía su nombre una y otra vez; se quiso culpar por tener ese pensamiento sobre su príncipe, pero era imposible no hacerlo, solo de usar su imaginación se ponía duro.

Él niño hermoso que Joshua había conocido se había esfumado, por lo que el podía permitirse soñar con tocar ese cuerpo tan exquisito que el tiempo le había regalado al menor.

-Disculpa, gustas de algún servicio? -Unas de las compañeras de Seokmin se recargo en su ventana mostrando sus grandes pechos -Notamos que llevas mucho rato observandonos, es tu primera vez? O gustas algún servicio especial?

-No gracias bella dama -Menciono sonriendo y la chica hizo un puchero -Debo irme, gracias por acercarse pero debo declinar de su oferta -La chica se hizo un lado y el saco su cartera, solo para entregar todo su efectivo y dárselo a la mujer -Toma, compren algo rico se cenar y dale una buena cerveza al chico lindo de allá, dile que se ve como un príncipe.

-Que amable, ojala todos fueran como tu -La chica le sonrió y se retiro, Joshua supo que era su momento de irse cuando la vio acercarse a Seokmin.

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Tenía exactamente una semana yendo todas las noches a espiar a Seokmin para después llegar a su enorme casa y hacerse una paja en nombre del menor, no conseguía quitarse ese bello cuerpo de la mente.

Trataba de no pensar en él, pero no podía evitarlo; desde que eran niños y se habían conocido, no había día en que no pensara en su hermoso príncipe, la diferencia era que ahora ya no era un niño con bonita sonrisa, ahora era un chico con un cuerpo delicioso.

-Seungcheol, necesito que me hagas otro favor -Menciono cuando su empleado contestó su teléfono -Mañana quiero que vengas temprano para te de dinero, por la tarde debes ir con Mingyu a recoger a DK en su lugar de trabajo, te enviare la dirección del lugar al que lo tienes que llevar.

Príncipe. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora