¿Han escuchado lo que es el amor? Todos tenemos diferentes formas de pensar y ver el amor
—El amor es mierda— dice un Kazutora de 13 años incendiando un auto, a su lado estaba Keisuke riéndose.
—Creo que el amor no se define simplemente con palabras, sino con acciones—Baji murmura sin prestarle tanta atención a esa tontería del "amor", además que solo era un niño y no estaba tan interesado en eso.
Kazutora suspirando, solo recuerda lo horrible que es el amor y más al ver como sus padres no tenían idea, siempre era una vil mierda tratar de ayudar a su madre, más siempre era el que terminaba más golpeado por hacer cosas de 'mujeres", para Kazutora cualquier quehacer lo puede hacer cualquier persona sin importar si es hombre o mujer, se alegraba de que su padre ya no mandará en sus vidas, pero el miedo que genera cuando lo visita persigue ahí.
Baji trata de regresar a Kazutora al presente.
—Ya no hablemos de eso, no me gusta verte así— Baji empuja a Kazutora mientras corre hacia un gato que vió en la carretera, Kazutora sonríe y corre detrás de su mejor y más preciado amigo.
***
¿Creen en las almas gemelas?
Kazutora comenzó a cuestionarse al ver a Draken y Mitsuya, luego mira a Baji y a si mismo, dándose cuenta, que cada dúo tiene ese algo atrayente, para él no cabía en duda la química de los gemelos dragón.
¿Pero el tiene esa química con Baji?
Kazutora miraba fijamente en un punto muerto, Baji le coloca una mano en la cara.
—Deja de pensar tanto— Baji se queja de que Kazutora no le preste la debida atención.
—¿Crees en las almas gemelas, Kei-chan? — Baji queda mudo por un momento procesando lo que acaba de preguntar Kazutora.
—Si, creo que tú eres mi alma gemela y no solo yo lo siento, sino también los demás miembros de la ToMan— fue una respuesta contundente que Baji le dejó a Kazutora sin darse cuenta satisfecho— ¿Por qué la pregunta?
—Por nada, simplemente curiosidad.
Baji sabía que Kazutora era muy contradictorio y jamás le dirá sus pensamientos, más si eran destruyendose a si mismo.
Él odiaba eso de Kazutora, que algunas veces se guardará todo para si mismo.
***
Baji miraba las estrellas, pensando si Kazutora creía en vidas pasadas o en las reencarnaciones.
Estaba triste al saber que muy probablemente Kazutora se volvería una estrella.
—Deberias ir a visitar a Kazutora— Mikey sabía el dolor que estaba sintiendo Baji en ese momento— él siempre pregunta por ti, no le hagas eso, sé que no es tu intención, pero es lo peor que has hecho.
—¿Cómo lo miraré a los ojos sabiendo que tiene una enfermedad terminal? — a Baji le temblaba el labio, una sensación de frío recorrió todo su cuerpo— me duele no haberle dicho mis sentimientos y que ahora todo se redujera en visitas de 5 minutos en un maldito hospital, los hospitales siempre tendrán ese maldito olor a enfermedad y muerte, odio que la vida de Tora se esté reduciendo a cenizas.
Mikey no sabía cómo tratar de calmar a uno de sus amigos, no sabía en qué posición estar, si con Kazutora que lloraba al ver que Baji no ha aparecido desde que está internado o con Baji que teme ir y que Kazutora se muera en su presencia.
—De todas formas ve y dile lo que sientes, pero de una manera suave.
—Lo haré— Baji no quería ir, pero debe afrontar ese destino.
***
Kazutora brilla al ver entrar a Baji en su habitación de hospital.
—¡Kei-chan! —exclama feliz de ver a la única persona que lo hacía sentir vivo.
—Hola, ¿Cómo estás, Tora? —pregunta Baji delicadamente.
—¡Mucho mejor desde que llegaste! — la sonrisa de Kazutora reflejaba su estado de alegría, Baji suspirando tomando las manos de Kazutora— ¿Que pasó, Kei?
—Voy a ser sincero contigo, tengo miedo de perderte— Baji no quería arruinar el estado de ánimo de Kazutora, pero su corazón y mente no lo dejan descansar— no sé si te pueda volver a ver.
—Si nos volveremos a ver— Kazutora seguía sonriendo, pero sus lágrimas demostraban que tal vez él también sentía miedo de no volver a ver a Baji— estoy seguro que nos volveremos a ver en nuestras siguientes vidas, te juro que si tú no me encuentras, yo lo haré— Kazutora hace una promesa de meñique.
Baji fue todos los días, hasta que un día Kazutora se desvaneció y no volvió a abrir los ojos.
"Te prometo que yo seré el primero en encontrarte en nuestra siguiente vida".
