Resident Evil: Reencarnado con Gamer Devil Fruit

#8 Maestro de negocios, novato en negocios

#8 Maestro de negocios, novato en negocios

Cassandra le estaba dando a su madre su informe habitual, hablando sobre el pueblo, la Madre Miranda y la bodega Dimitrescu, cuando esta última se aburrió y preguntó: "¿Dónde está Boy-Cody?".

Cassandra estaba volando por el aire, flotando por la habitación mientras hablaba. Actuaba como un enjambre de moscas, del cual estaba formado todo su cuerpo.

Ella respondió a la pregunta de su madre: "El niño está en el sótano del castillo, me pidió permiso para entrar a los túneles subterráneos después de reunirse con el Duque".

El tono de Alcina transmitió su sorpresa cuando preguntó: "¿Ya se reunió con ese comerciante obeso y hambriento de dinero? ¿Qué discutieron?".

Cassandra respondió: "No estoy segura madre, pero parecen haber establecido cierto nivel de amistad... El Duque parece estar interesado en él. Siempre es difícil adivinar qué quiere ese gordo, así que no estoy segura si es una cosa buena."

Alcina reflexionó: "Ese tipo rara vez intenta y hace negocios con personas que no le interesan, Boy-Cody debe ofrecer algún tipo de valor a sus ojos si hizo el primer contacto".

"Él no me toma en serio ni a mí ni siquiera a la madre Miranda..."

Cassandra estaba preocupada por el tono y la expresión solemne de su madre, por lo que preguntó: "¿Debería acercarme a él y preguntarle qué quiere con ese hombre-cosa sin importancia?".

Alcina sacudió la cabeza, sonando demasiado perezosa, incluso desdeñosa, para intentar el acto inútil: "No, no podemos evitar que ese rollizo coloque sus puestos de comerciantes donde quiera, no podemos evitar que haga lo que quiere". quiere, no tiene sentido hacerle preguntas que no responderá".

Parecía cansada y sólo dedicaba pensamientos a la Bola de Mantequilla.

Encendió un cigarrillo y se relajó, diciendo: "No es necesario que vigiles a nuestro pequeño y precioso aldeano; si no me equivoco, las criaturas en los túneles no deberían ser hostiles con él gracias al moho en el interior". "Permítale jugar como quiera allí abajo".

"No parece capaz de morir. Y tiene demasiada energía para venir a verme tarde en la noche con una virilidad perezosa".

"Sí, madre, haré exactamente lo que me indiques". Cassandra respondió y salió riendo de la habitación.

Alcina sonrió mientras se iba.

No tenía idea de lo que Cody estaba haciendo, pero no quería que se aburriera porque era muy valioso para ella dentro de las sábanas.

Podía entretenerse con cualquier cosa inútil que le pareciera autoindulgente. 

Su trabajo diario como sirviente era en gran medida ficticio, y él era principalmente su pequeño y duro trabajador sexual.