La Verdad.

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Narra Thompson (Aaron)

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Estaba en mi despacho con mis hombres, trazando la distribución de la seguridad la casa ahora que ya teníamos a las cautivas en ella.

— Bien, el grupo A estará en la parte trasera, el D en los exteriores y por los extremos, el B en la parte delantera y el C dentro de la casa, fuera de las habitaciones y estancias. — dije antes de qe mis hombre salieran por grupos.

Una vez todos salieron ví qe al lado de la puerta estaba mi hijo, Mike, seguido de su hermano Jacob.

— Pasad. — Ordené.

Ellos entraron y se sentaron en las dos sillas colocadas delante de mi escritorio.

— Contadme. —

— Kristen está en la habitación establecida, sigue en shock por lo sucedido y tiene demasiadas preguntas, pero, tendrá qe acostumbrarse hasta qe obtengas lo qe necesitas. — Comenzó a hablar Mike, quien era encargado de la menor de la familia Wilseen.

— Aja, entiendo. — dije y hice una pausa — Y tú, Jacob? —

— Está en el sótano, respondió las preguntas menos las qe no sabía responder, dice qe no tiene ni idea de qe hacia su padre, también hay varios amigos de Wilseen después de la marina, Marc, Lauren, de su empleo, y varios amigos de el club de campo. — dijo y asenti con algo de rabia, como no podía saber nada! Era la hija mayor, era la única qe levantaba sospechas de ser la ayudante de el.

— Mike, ves a la habitación de ella y responde las preguntas básicas qe puedas contestar, sin pasarte. — Dije recalcando lo último. — Jacob, llévala a su habitación y haz lo mismo, pero, con más restricciones de respuesta. —

Finalicé y ambos asintieron para después levantarse e irse a hacer lo qe les acababa de mandar.

Después de ello llame a la criada qe me preparara un café, mientras esperaba encendí un puro, estaba bastante estresado. En mi cabeza no sonaba otra cosa qe no fuera porque Emma no sabía nada. Si estaba actuando, su vida pagaría el habernos mentido.



Narra Emma

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No sé cuánto tiempo llevaba ya ahí, pero más de una hora, seguro, la cabeza me empezaba a dar vueltas, la luz me mareaba, hasta qe oi una puerta abrirse y cerrarse, ¿sería el?

En efecto, era el, al aparecer entre la oscuridad se colocó detrás de mí y desató las cuerdas atadas a la silla y a mis manos, y la volvió a atar independientemente de la silla, me levantó y en peso a caminar, no tuve otra qe seguir su paso hasta el siguiente destino. Mi ansiedad volvió a surgir de donde antes la había escondido.

— Donde me llevas? — Pregunté asustada.

— A tu habitación. — me intente tranquilizar y encontrar razones coherentes de porque me llevaba a una simple habitación después de haberme amenazado.

Al estar frente a la puerta, la abrió y me empujó dentro, después cerró la puerta y me desató las manos.

— Bien, esta es tu habitación. — dijo en un intento de "amabilidad".

— Me tomas el pelo? — dije.

— Que? — preguntó confundido.

— Ósea, me acabas de traer de estar atada en una silla en una habitación oscura, y de haberme amenazado con una navaja, pero ahora me traes a una habitación qe tiene todas las comodidades? No le encuentro sentido. — dije atónita.

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