Las Intenciones

Era una mañana de ceremonia en Hyrule, se celebraba una boda, una boda real, los invitados entraban al gran templo del tiempo que se adornaban con flores blancas, y ¿quienes eran la pareja?, he aquí empieza nuestra historia. En Hyrule de una línea temporal dónde una maga del tiempo hizo estragos por el capricho de tener el amor del héroe convocó a todo el caos, y con esto viene la oscuridad de Hyrule, aunque su cometido no próspero, el de alguien más para salir de su encierro sí, en la guerra que se llevaba a cabo entre las fuerzas oscuras y el ejercito real de Hyrule, el héroe cayó ante una emboscada, al igual que impa, la general del ejército real no pudo detener al ejército invasor y solo quedó algunos líderes rebeldes que incluso en el crepúsculo aún luchan, Zelda no permitiría más muertos de todos esos personajes que conoció a largo de su vida, y menos después de conocer el amor del héroe que ahora yace en un descanso eterno, y allí estaba después de un mes largo entre discusiones y tratados, logró convencer a su captor que podía tener todo el reino incluidos ella como premio, lo convenció de que la guerra no era necesaria y que ahora su unión lo haría más poderoso usando un poco de psicología inversa inculcándole una idea que solo ella vería fruto, lo persuadió a todo lo que ella había planeado y mejor es que él lo había creído como un niño deslumbrado por un dulce, como de una respuesta que nunca escuchó, realmente la maga le había quitado una parte de su versión original cuando su espíritu se fragmentó y así su pensamiento se nubló y aceptó, concluyendo la guerra en un triunfo para él, protegiendo así a Zelda a las demás razas de ser exterminadas, en medio de la boda allí estaban los dos gobernantes, diciendo los votos de unión y entonces la pregunta que todo sacerdote hace en las bodas réplica en el silencio del templo del tiempo, nadie se levantó para impedir tal absurda escena, Zelda miró al sacerdote haciéndole gestos con la mirada que siguiera lo más rápido posible, no podía dejar que Ganondorf se diera cuenta de su error y disolviera todo lo que ella ha estado planeando, el sacerdote continuo diciendo-, ya que nadie se opone, yo...- las puertas del templo del tiempo se abren en un gran estruendo y la figura de una persona con una capa larga que emana energía oscura dice - yo me opongo!- la persona camina en medio del pasillo entre las bancas del templo y llega hasta la pareja y empieza a reírse para luego decir con voz de autoridad - deja de hacer está estupidez!! - la pareja está anonadada por lo que está sucediendo, la persona voltea a las bancas repletas de gente para mostrar entre la luz de los ventanales del templo a un Ganondorf señor de la oscuridad, pero muy diferente más longevo, más maduro, más malvado, en una armadura negra con una corona que le sujetaba el cabello rojo, este les ordena gritando a los invitados- salgan!!, o los quemaré vivos! - la multitud de inmediato salió atemorizada, sin poder discernir lo que estaba sucediendo. Ganondorf se acerca a su yo de otra línea temporal y dice- yo soy Ganondorf rey de Hyrule, quien se atreve a arruinar mi ceremonia - Ganondorf de la armadura negra dice - yo soy quien soy, y yo soy tu verdadero yo, tengo todo el poder que te quitaron, vengo de una línea donde se realizó un torneo universal y llegué a ser un dios en el crepúsculo - Zelda no sabe cómo reaccionar y golpea el orgullo del Ganondorf de las guerras de Hyrule diciendo- acaso vas a dejar que esté impostor te venga a amedrentar? Ya soy tu esposa debes darme el lugar que me corresponde! Qué clase de reyes somos si nos vienen a humillar en nuestro reino!- GanonHW la mira y mira a su yo del twiligth y solo suspira diciendo- cálmate! Esto es un presagio de mi futuro - ella necesita deshacerse del Ganondorf twiligth, no quiere que el control sobre GanonHW se merme por la llegada de este, Ganondorf twiligth le dice a su homónimo al ver la reacción de Zelda- dejemos está ridiculez y vamos al castillo los demás están por llegar - a lo que GanonHW dice- que!? Quiénes vendrán?- Ganondorf twiligth camina enfrente de él y dice- ya lo sabrás, apresúrate!- caminaron hasta las afueras del templo del tiempo, allí había un carruaje que sería para la pareja real, ahora era para transportar a los tres al castillo, en el carruaje la mirada de Ganondorf twiligth era de desagrado, y sin decir nada, bajaron para entrar al castillo, Ganondorf twiligth caminó hasta llegar al jardín y dijo, recuerdo este lugar, y esa ventana- miro la ventana e hizo una mueca de disgusto, entonces GanonHW dijo- bueno, a qué viniste! Es algo de mi futuro? - a lo que Ganondorf twiligth responde - no, en realidad esto es una visita social, tus iguales de otras líneas vendrán a congregarse aquí, y valorar lo que hemos hecho en esa líneas temporales dónde si triunfamos, dónde nosotros escribimos la historia a nuestro favor - entonces del cielo las nubes dibujan un vórtice que aparece una gran nave espacial imponente como un gran presagio del fin del mundo oscureciendo el castillo de esta se abre una compuerta dónde un haz de luz muestra una cápsula resplandeciente mostrando la llegada de algo o alguien descendiendo a las afueras del castillo, la nave continua su trayectoria dirigiéndose al gran desierto donde yace esperando como una señal de mal augurio, se oye las puertas del castillo abrirse los guardia van a su encuentro, pero solo se escucha el sonido de unos tacones caminando, GanonHW mira a la ventana del jardín y ve una sombra que pasa rápidamente, Zelda se incomoda por lo que sucede necesita alejarlo de su Yo original y dice - pues se van a largar de mi castillo! Ni tu ni nadie puede ordenar! Y yo no voy a querer un grupo de bárbaros destruyendo Hyrule, aquí no pertenecen!- ante tal irreverencia GanonHW, mira a su yo tratando de escudar a su ahora reina ignorándola, Ganondorf twiligth voltea dándole la espalda, GanonHW en ese momento escucha el sonido de unos tacones en la piedra del camino al jardín que se aproximan, solo para mirar en la entrada del jardín principal la figura de una mujer alta, de cabellos dorados, con una tiara de diamantes deslumbrantes en un vestido azul estrecho adornados con hilos de plata que delineaba su curvilínea figura mostrando sutilmente entre los pliegues del vestido sus piernas largas, fuertes torneadas y tersas, demostrando su porte, su belleza, su altivez, era perfecta codiciable a la vista y al parecer caminaba contoneándose hacia él, pero en realidad en su trayectoria llegó hasta Ganondorf twiligth y colocó su mano sobre su barba acariciándolo y dijo- mi rey oscuro, ... mi amor, ... Los portales se abrirán mañana, traer a la armada desde nuestro universo ha sido exhaustivo, creo que seremos los huéspedes en el castillo de tu homónimo, no creo que haya inconveniente o crees que incomodemos?- ella mira con esos ojos azules como zafiro a GanonHW, y este se queda petrificado ante la hermosa voz que sale de sus muy deseables labios rojos como fresas jugosas, ella se acerca a él y alza su mano delicadamente como un gesto de saludo de una reina, el responde tomando la mano sutilmente sosteniéndola inclinando su cabeza como reverencia y ella sonríe diciendo - me presento a su magnificencia, mi nombre es Samus Aran, conocida en mi universo como la reina cazadora, es un placer estar ante su presencia...- en el saludo ella acaricia la mano de él, sonriendo y mirándolo con lujuria, él lo nota y ha captado el mensaje, al igual que Zelda, que los mira y dice-este es mi castillo! Y yo no tolerare invitados no deseados, cómo es que pueden venir a disponer de mi reino!- Samus la mira con descontento, para luego mirar sonriente a GanonHW y decir - tienes razón, nuestra llegada es inoportuna, es por eso ... Que decida el rey de Hyrule, nuestra estancia... – golpeando el orgullo aristocrático a lo que GanonHW le dice- estaremos complacidos de tenerlos como nuestros invitados especiales - ella lo mira con complacencia y vuelve con su acompañante para acurrucarse junto a él diciendo- espero saber más de sobre tu mundo, mi rey, mi amor - alza sus brazos para abrazar el cuello de Ganondorf twiligth y darle un beso enfrente de la pareja recién casada, para luego retirarse del jardín y entrar al castillo.