El Trágico Adiós
El viento soplaba frío esa noche en el castillo de Miguel O'Hara, envolviendo todo en una atmósfera lúgubre y sombría. La oscuridad se cernía sobre los pasillos mientras el vampiro aristocrático caminaba con pasos sigilosos hacia la habitación de su amada esposa, Isabella.
Miguel podía sentir la presencia de la muerte acechando en el aire, pero su corazón se negaba a creer lo inevitable. Con cada paso, su alma se llenaba de temor y desesperación, consciente de que estaba a punto de presenciar una pérdida inimaginable.
Al llegar a la puerta entreabierta de la habitación, Miguel se detuvo un momento, incapaz de enfrentar la realidad que lo esperaba al otro lado. Su esposa, Isabella, estaba gravemente enferma, consumida por una enfermedad sin cura. Su belleza, una vez radiante y vibrante, se había desvanecido, reemplazada por la palidez de la muerte.
Con el corazón en un puño, Miguel empujó la puerta y entró en la habitación. El aroma a flores marchitas y a enfermedad llenaba el aire, creando un ambiente opresivo y triste. Isabella yacía en la cama, su frágil figura envuelta en sábanas blancas como la nieve.
Miguel se acercó lentamente, su mirada llena de amor y dolor. Tomó la mano de Isabella, sintiendo su piel fría y débil. Sus ojos se encontraron, y en ese momento, ambos supieron que era el adiós definitivo.
Isabella-susurrando débilmente- Miguel, mi amor, sé que llegó mi hora. No llores por mí, mi querido. Prométeme que recordarás nuestro amor.
Miguel -con un nudo en la garganta- Isabella, mi vida, no puedo soportar perderte. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Siempre serás el latido de mi corazón, la luz en mi oscuridad eterna.
Las lágrimas brotaban de los ojos de Miguel mientras acariciaba el rostro pálido de Isabella, deseando con todo su ser que pudiera salvarla de la cruel realidad. Pero, impotente ante el destino, solo podía ofrecerle su amor y consuelo en sus últimos momentos.
Isabella -con una sonrisa débil- Miguel, siempre serás mi eterno amor. No te preocupes por mí, estaré en paz. Recuerda que siempre estaremos conectados, incluso en la eternidad.
Con esas palabras, Isabella cerró los ojos, exhalando su último aliento. El silencio sepulcral llenó la habitación, dejando a Miguel sumido en una desolación indescriptible. La muerte había arrebatado a su amada esposa, dejándolo solo en un mundo lleno de oscuridad y dolor.
Miguel se arrodilló junto a la cama, abrazando el cuerpo sin vida de Isabella, su corazón destrozado por la pérdida. En ese momento, una promesa silenciosa se formó en su interior: nunca olvidaría a su amada esposa y la honraría en cada uno de sus días inmortales.
Así, con el peso de la pérdida en su alma, Miguel O'Hara se levantó de la cama de Isabella, llevando consigo el recuerdo de su amor y la promesa de preservar su memoria en la eternidad. A partir de ese día, su búsqueda de compañía y pasión se convertiría en un intento desesperado de llenar el vacío dejado por la partida de su amada esposa.
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el vínculo eterno
FanfictionAtormentado por la pérdida de su amada esposa, Miguel se embarca en una búsqueda desesperada para encontrar la reencarnación de su amada. En su camino, se encuentra con Elena, una joven misteriosa y cautivadora que parece tener un vínculo innegable...