Capítulo 2

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Llegó la mañana siguiente y Tomoe recibió sus clases con normalidad, pero no podía ocultar el hecho que estaba por conocer a una persona nueva. Él siempre fue una persona introvertida-extrovertida.

-Ya casi va siendo hora de tu "cita".-

-Ay, cállate Sam, sabes que no soy muy bueno con personas nuevas, ¿qué pasa si me pongo muy nervioso y le digo una estupidez y me termina diciendo que no porque soy muy raro?-

-Wow, tranquilo Tomoe, no sobre pienses las cosas, todo estará bien, solo respira hondo y todo estará perfectamente bien- Sam a pesar de no conocer a Tomoe por mucho tiempo sabía como controlar todas esas emociones de Tomoe, ya que él se ponía muy nervioso con personas nuevas entonces él lo ayudaba para trabajos en grupo.

-Si tienes razón, todo estará bien. Bueno, me tengo que ir, ya casi son las tres. Te aviso cualquier cosa.- Tomoe se levantó de la mesa y se fue.

Tomoe llegó al parque quince minutos antes de las tres, lo cual lo tenía preocupado, ya que no sabía si había llegado muy temprano. En lo que esperaba se dio cuenta de que no sabía como se miraba el chico, entonces sacó su teléfono y le escribió a Sam.

-Oye, ¿no tienes una foto del chico?-

-Mierda, lo siento, no tengo una, pero él tiene una tuya, entonces él te reconocerá así que no te preocupes.-

Tomoe solo apago su teléfono y al poco rato un chico como de 1.78, cabello negro, vestido elegantemente, y ojos rasgados y negros como los de un gato negro, estaba parado frente a Tomoe.

-¿Disculpa, tú eres Tomoe?- Pregunto esto con acento. Tomoe no lo podía creer, era el hombre más guapo que había visto en mucho tiempo y no creía que le estuviera hablando. -Soy Kim Misun, amigo de Sam.-

-S..sí. Me llamo Yamamoto Tomoe, un gusto.- Se levantó rápido haciéndole aún bao.  

-El gusto es mío, ¿deberíamos ir a un café para hablar lo que querías?-

-Claro, me parece bien.- Ambos decidieron ir a un café que estaba a pocas cuadras de ahí. -¿Entonces...? ¿Eres coreano, verdad? Desde cuándo vives en estados unidos.- Le preguntó Tomoe para romper el silencio incómodo mientras caminaban.

-Si soy coreano y llegué aquí hace tres años, ¿y tú?-

-Yo soy japonés y llegué aquí hace dos años.-

- Mmm, ya veo, ¿entonces tienes veintidós verdad?-
-Sip, entonces tú tendrías veintitrés?-

-Sip.- Luego volvió el silencio incómodo y ninguno de los dos dijo una palabra hasta llegar al café. -¿Quieres pedir algo?-

-Sí, me parece bien. Yo quisiera una milkshake de chocolate y crema batida, por favor.- Le pido al chico que atendía.

-Y yo un americano, por favor.- Les dieron su orden y se fueron a sentar en unas mesas de afuera. - Bien, tú ya sabes mi condición, ¿cuáles son las tuyas?-

-Mira es simple, solo son tres: número uno, todos los lunes, miércoles y viernes, debemos juntarnos, número dos tienes que acceder a todas las poses que te diga, y número tres los días miércoles invitas al almuerzo.-

-Tengo duda con la número dos, ¿qué tipo de poses tendré que hacer?-

-Por ahora no sé, pero yo te iré diciendo. ¿Tienes alguna otra condición que quieras poner?-

-Sí, tienes que aguantar todas las tomas que haré, ya que soy muy perfeccionista y si no queda como quiero la voy a repetir las veces que sean necesarias para que salga como quiera.- Lo que Misun es que estaba por trabajar con alguien que tiene poca paciencia.

-Está bien, acepto.- Tomoe le extendió la mano para cerrar el trato y Kim se la recibió.

Por el resto de la tarde hablaron sobre ellos mismos para conocerse mejor y descubrieron que tenían mucho en común. Se hizo de noche y ambos intercambiaron números antes de despedirse para que cada quien tomara su camino.

***

Kim al llegar a su casa recibió una llamada de Johanna para ver como le había ido en su "Cita"

-¿Y? ¿Cómo te fue? ¿Era guapo? ¿Te gustó?-

-Pues le calcule que media alrededor de 1.70, tenía pelo ondulado y un poco largo, tenía ojos cafés y una piel clara. También se podía notar que al principio estaba nervioso, pero luego se soltó y no podía dejar de hablar.- Kim podía sentir que Tomoe tenía algo diferente que las demás personas no tenían, pero no lograba descifrar que era. 

- ¿Crees que también es gay?- Preguntó Johanna con entusiasmo por saber cada detalle de Tomoe.

-No creo, no dio ni una señal de que lo fuera o nunca tocó el tema.-

-Ay en una lástima porque sí suena como un buen candidato para ti.
-Ay, no, ya empezaste otra vez. Mejor me voy a dormir.- Misun colgó el teléfono y se acostó en su cama a esperar a quedarse dormido, pero la imagen de Tomoe no se iba de su mente.

Pintura, fotografía, y amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora