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Me desperte, eran las 07:04 de la mañana, acostumbro a levantarme a esta hora para tener una buena rutina y vida mas productiva, digamos.

Trate de levantarme pero cuando lo intente cai al piso dandome un golpe fuertisimo en la espalda.

- CARAJO MUERANSE TODOS, PUTA MAÑANA CULERA -Grite haciendo que Bill despierte asustado, habia olvidado por completo que él estaba a mi lado durmiendo.

Me levante de la cama mientras carcajeaba y tapaba mi boca -Tengo problemas mentales- me puse a acariciar a Bill. Cuando se durmio me fui al baño y lave mis dientes.

Luego cambie mi ropa, me puse una remera de tirantes delgados rosa y de seda, mi favorita, con unos pantalones acampanados acompañado de mis converse negras.

Saque mis skincare y hice toda mi rutina preparando mi piel para luego maquillarme.

Cuando termine de hacerme todo en mi cara guarde las cosas y lo puse en la mochila.

Deje mi mochila en la habitacion de Bill, baje los trescientos cuarenta y cinco escalones que habia, La habitacion de Bill esta en él primer piso, incluyendo que en su casa se encuentran cuatro pisos

Cuando por fin llegue hasta abajo vi la mesa y habia alguien sentado, quizas el padre de los chicos, quien sabe.

Me acerque- Buenos días.

Cuando me di cuenta que era Tom me sente, él tomaba una gran taza de cafe y tenia sus ojos rojos.

- Buenos días, ¿tan temprano despiertas? -Preguntó mientras llevaba la taza hacía sus labios.

- Si, son mis buenos habitos que decidi llevar este año, ¿Por qué llevas tus ojos rojos?

- Fume marihuana-Tosi, ¿tan facil lo podia decir - ¿Te pasó algo?

- Mh, no nada, solo que no entiendo como puedes decirlo tan facil, yo tambien me drogo, aunque llevo una semana limpia -Él carcajeo y yo lo miré confusa -¿Por qué te ríes?

- ¿No se supone que llevas buenos habitos? Drogarse no es un buen habito, y si lo es, llevo este buen habito desde los quince.

- No es un buen habito lo se, yo tambien me drogo desde los quince.

- Disculpa, todavia no fui al medico para ver si me diagnosticaron Alzheimer -Habló y yo solo lo miré extrañada.

- ¿Qué tiene que ver eso?

- Es que no recuerdo haberte preguntado -Bromeó.

Él empezó a carcajearse y yo solo lo mire de mala gana, aunque de la nada empezo a toser y la que se rió esta vez fui yo, eso sucede por pasarse de gracioso.

- Basta, ¿desayunaste? -Pregunté.

- Ni siquiera dormi, ¿ya tengo que desayunar?

Abri mis ojos que casi se me iban para afuera.

- ¿Quieres dormir?

- ¿Juntos? Encantado.

- No hablo de eso, te ayudo a dormir.

- Si, gracias, me hace falta una buena mamada.

- Eres un asqueroso -Empecé a golpearlo.

- Bien, bien, era broma, ¿Qué haras?

- Vamos a tu habitacion, acuestate y relajate, yo te hare unas caricias con las cuales no vas a querer despertarte nunca más.

- ¿Me quieres matar?

Quizas, Kaulitz.

(...)

Tom ya se habia dormido, y yo tenia sueño tambien, esto de acariciarlo me habia cansado y necesitaba dormirme para descansar mis dedos, asi que me quite mis aretes, mis zapatillas y me acosté al costado de la cama de Tom.

𝓞ur First Autumn; 𝓣om 𝓚aulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora