Habías perdido a tu alma gemela, y por consecuencia, tu vida debía acortarse en solo un año, pero, no habías muerto, no estabas débil y tampoco te sentías mal luego del segundo año. Estabas viva y con el alma rota, sintiendo cada día un mundo sin tu...
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Cuando te graduaste de la universidad, te felicitaron por ser una persona paciente. Los profesores decían que te desenvolvías bien delante de cualquier inconveniente, especialmente los traumas, decían que hablabas con facilidad cuando un paciente estaba alterado, que manejabas cualquier cosa con tranquilidad. ¡Que eras la reina de la tranquilidad!, pero ahora eso ha quedado atrás cuando miras a Arisha y comienzas a hablar en Indie y español a la vez, alterada y angustiada por lo que acaba de pasar.
