Quiero tomar el camino equivocado.
Quiero mirar hacia atrás, y aceptar su término "Aliméntate de mis memorias" y saborear a la vez el hierro que se expande en mi boca. De repente ya no parecíamos compartir el mismo acuerdo de sustituir a la otra como me suplica ahora que hiciera, porque está muriendo.
"¿Estas muriendo dices?"
"Es correcto"
Dyanne Kim, era una obra de arte surrealista sentada en una pose elegante en la única silla de madera vieja en un cuarto de paredes gris ceniza que me he esforzado por mantener limpias, la ventana que refleja su silueta se destiñe en la mitad de su figura lo que me obliga a girarme y mirarla haciendo una acomodación, luce como yo, es exacta y escalofriantemente igual a mí.
Si la conociera diría que esta atormentada, pero lograba manejar sus expresiones lo suficiente para fingir parecer tranquila y apaciguar la voz con el tono correcto para convencerme de que aquella revelación era cierta. Ella era mucho más atrayente que yo, había algo en su interior que le hacía resaltar del resto, resultaba que yo era igual de guapa, pero frágil por algún motivo y sin luz.
"Hay un mundo de por medio si aceptara, aunque luces bien para mí"
"Hay un mundo de cosas que no se me permitirán realizar también y sí, quizás me vea bien, pero me pudriré tan rápido cuando muera que no quedaran restos de belleza"
Dyanne era tan cruda ahora, brutalmente honesta que le hacía parecer un ser humano que se quiebra y llora como cualquier otro, en su lugar el pensamiento duró solo un segundo antes de pasar a otro <<Quizás ahora por fin sientas lo mismo que siento yo, esa desesperanza llenando cada rincón de tu alma hasta dejarla seca y sin nada, pobre niña rica>>
"No duraría fuera" Me convencí una vez que apoye mi peso sobre el vidrio de la ventana, estaba oscureciendo.
"No tiene por qué ser así, mi hombre de confianza te dirá todo lo que necesitas saber"
Había más, mucho más que una enfermedad terminal, un trasfondo oscuro y temeroso por ser abierto, y sin embargo la idea de salir más allá de las puertas y rejillas con hierba me seducía, me gritaba que me apresurara, que no fuera una tonta, que tomara todo y a todos, abrazarlo todo.
"¿Sabes Dyanne? En nuestro destino estaba escrito, que el tiempo y los minutos definirían los lugares y ganaste, para ser una figura política influyente el poder de convencimiento que tienes se está agotando, de cualquier forma, sustituirte formaría parte del plan final aún si yo no aceptase ahora" Dyanne resopló derrotada y la postura había cambiado, ahora se encorvaba y sus antebrazos caían sobre sus muslos.
"No sabes cuánto he esperado este momento" Susurró en mi oído con un cálido tono nostálgico. Nos mirábamos derechas, de pie y con mis hombros caídos, sus brazos alrededor de los míos.
"No puedo hacer esto" Dije.
"Por supuesto que puedes, yo sé que puedes. Mamá espera toda la vida por ti, Papá no interferirá no más" Parpadee desubicada, albergaba en mi pecho esa última gota de esperanza, pero era difícil creerle.
"No puedo creerte, todo lo que quise fue a mi familia, a mamá, a papá incluso, pero tú... Es imposible"
"Volverán a ti cuando te alimentes de mí, de mi nombre y entonces podrás ser tú a partir de ese momento, todo dependerá de ti, serás la mejor versión de mí"
Mientras sacudía mi mundo de repente, Dyanne me miraba con una solemne expresión de convencimiento, sus palabras me fascinaban, y lo que resultaba peor, yo era muy fácil de fascinar.
Recuerdo este lugar ahora menos deprimente, cuando las cuerdas en las rejillas eran nuevas recién embalsadas de pintura negra fresca, cuando el aire era helado y congelaba hasta mis pulmones; luego el tremor del cielo y nubes grises ocultando los rayos del sol.
Era un lugar solitario, apartado y con una presencia estremecedora, se alzaba entre una plana extensión de tierra rellena de pasto vívidamente verde y con banquillas en cada uno de los laterales y la sensación de revolución inadecuada de mi estómago, ¿Un olor que me recordase a ese momento? Sí, el perfume CK de mi madre impregnado en su abrigo, un Paco Rabanne de mi padre al abrazarme poco tiempo y después acostarme en aquella camilla de sabanas frías. Antes de eso; los pasillos eran pulcros, blancos con bordes negros y loza de tablero de ajedrez bastante sofisticado, de mármol. Las ventanillas median asombrosamente muchos metros de alto como para que alguien pudiera escalar sobre ellas o incluso romperlas, por dentro eran tristes rostros con miradas perdidas y pasos dejados por la vida miserable de lo que aparentaban ser esas personas, envueltas en un pijama azul pálido y otras blancas radiantes.
Era una mansión que en cuestión de fachada, tenía mucho en común con mi antiguo hogar porque yo lo sabía, sabía que este deprimente sitio sería mi hogar de ahora en adelante. Antes de contar a tres, ya tenía encima de mis hombros colgada la pijama que me divisaba como una más, y el llanto silencioso de mi madre al verme sentada en el borde de la cama, mi padre arrodillado junto a ella calmando su angustia... Y finalmente Dyanne: Quién me miraba con una expresión difícil de leer pero cuya presencia me fastidiaba, me provocaba una ira más allá de lo que yo podía contener, ¿La razón? Yo permanecería aquí, vestida modesta e insulsamente pasando los años deshaciéndome en la oscuridad y olvido, mientras ella permanecía detrás de la línea de visitas con su sofisticada ropa de adolescente diseñador y gráciles modales iguales a los míos pero la diferencia era que ella hechizaba a todos en una misma habitación y tenía valor.
"Señorita Kim, es hora de irnos" Dijo Felix un joven alto y casi sin dudar, de mi misma edad con un traje azul marino sin corbata la cual guardaba en uno de sus bolsillos, era la temporada más calurosa hoy en día.
No podría describir mis emociones ante ese llamado, no sufrí ninguna decepción, ni tristeza, ni enojo, tan solo... Nada, fue tan esperado que solo di un rápido vistazo a mi antigua habitación y solté el suspiro que llevaba dentro, ahora sería la mejor Dynne que se pudiera esperar, ella me lo pidió, esperé no al día siguiente, sino hasta el viernes, habría que retirarse de la propiedad, ir al cuidado de Felix, tomar el ferry y pisar el firme suelo de Londres.
---Patrick.
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NO PONGAS TUS OJOS AHI - JENLISA
FanficDyanne y Jennie son totalmente diferentes; Dyanne está a punto de morir, por ello ha buscado a Jennie, de quien siempre supo de su existencia, esta última le hace prometer que ocupara su lugar, pero Jennie no sabe los peligros a los que se enfrenta...