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Hannah


Me gustaba ir puntual a mis clases, el problema era que no lo era. Yo no dormía en las noches porque tenía una obsesión con usar el celular en la madrugada, siempre me prometía a mi misma que aunque no durmiera me levantaría a tiempo. Nunca lo hice. Ya llevaba mucho tiempo llegando tarde a las clases, los profesores ya se habían hartado de mi y decidían dejarme afuera, como consecuencia me empezaron a bajar puntos. ¡Era muy injusto! Sabía que era mi culpa por no dormir, levantarme tarde, y no llegar a tiempo pero ¿bajarme puntos?

Si llegaba una vez más tarde, me suspenderían. Eso era lo que menos quería por que si yo llegaba a la casa con el desgraciado papelito ese, estaba muerta. Mi mamá siempre ha sido muy estricta y juiciosa con el colegio, en especial las calificaciones, eso era lo más importante para ella. Eso siempre me genero problemas al grado de que si sacaba un ocho me ponía a llorar por que sabía que decepcionaría a mi mamá y que encima me echaría una tremenda regañiza.

Un día antes del regreso a clases después de vacaciones de invierno, puse mi alarma muy temprano y organicé una rutina para ahorrar tiempo por que mi rutina usual me tomaba al menos media hora bañarme, veinte minutos cambiarme y el desayuno me lo atragantaba en el camino. Esta vez llegaría temprano y llegaría a casa sin un papel por firmar. También tome en cuenta que ya me estaba pasando con la hora de entrada, intentaría llegar temprano más seguido, pero hay que tener claro que no era mi intención llegar tarde ¿vale?

Al otro día, de milagro, pude levantarme y no termine apagando la alarma. Termine llegando tan temprano que me sorprendí al ver la hora, 6:30, yo usualmente llegaba a las 7:10, ósea 10 minutos tarde. Ahora el problema era que me aburriría. Tuve que esperar veinte minutos a que llegará Avery, mi mejor amiga. No teníamos tema de conversación pero me acorde que en las vacaciones vi como mil k-dramas de romance que me hacían recordar que estaba más solitaria que... quién sabe.

-Avery...- dije con un tono suave- Sabes que estoy muy solita, ¿me podrías ayudar a buscar pareja?- puse los ojos de cachorritos.

-Hannah, ¿me hablas en serio?- dijo viéndome con cara rara- ¡Tienes a todos los chicos del colegio detrás de ti!

-Si, pero es que todos son unos hipócritas o malas personas. Yo quiero a alguien que sea como yo: buena persona.- rechiste.

-Si lo que buscas es a alguien como tu...- dijo pensando- descárgate una aplicación de citas. Tengo una perfecta para ti.


Solos Tu y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora