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Había creado un plan.

El mejor de los tiempos, de hecho. Era simple, muy simple. Solo le escribiría como una chica normal, después le diría que para ayudarle en la tarea de recuperación tenía otra condición, y finalmente le diría que la condición era que me dejara llamarle Blacky. Y, dios, no podía esperar para hacerlo. ¿Ya les había dicho que me encantaba la venganza? Si no, déjenme explicarles. Les daré un pequeño resumen. Intentare resumirlo lo más posible, ¿ok?

Desde muy pequeña mi mamá me ha enseñado a defenderme y ha no dejarme de los demás. También, a ser una persona de buen corazón y noble, obviamente. Pero cuando me hacían enojar o me insultaban, dejaba de ser un ángel y me convertía en el mismísimo satanás, literalmente. Tenía un primo que me decía fea para molestarme, siempre le gritaba que parara pero no dejaba de decirlo. Me había hartado y le dije a mi mamá. Ella me dijo que le dijera "feo tu" y eso mismo hice. La primera vez que se lo dije no le importo, pero con el paso del tiempo lo dejo de decir. Pensé "El karma". Tenía como cinco años.

Desde esa vez implique el mismo "tu" en todo. Y cuando digo todo, es todo. No me daba miedo nada. Una vez, estaba en el jardín de niños y yo estaba platicando mucho, me dicen cotorra, la maestra me dijo "cállate" y yo le dije "cállate tu".

Cada vez que me hacían algo, yo siempre me vengaba. La verdad, la canción Karma de Taylor Swift me representa.

En fin, después de idear mi plan le escribí a ese chico.

Yo: Hola.

Él: ¿Qué quieres?

Que educado.

Yo: Solo tengo que decirte algo.

Él: ?

Yo: Tengo otra condición.

Él: ¿No te vasto con todo lo que me pediste?

Yo: ¿Quieres que te ayude?

Él: ¿Qué es lo que quieres?

Yo: Déjame llamarte Blacky.

Él: En tus sueños.

Yo: Es eso o no te ayudo en la tarea.

Él: Cualquier cosa menos eso.

Yo: Eso es lo que quiero. Si tu me llamas rosa, o rosita, o estúpida, o idiota, yo te llamo Blacky.

Él: Si dejo que me llames Blacky, ¿Me ayudaras en la tarea?

Yo: Exactamente. Ya estas entendiendo.

Él: Bueno, esta bien. Solo ayúdame y ya.

Yo: Si.

Él: No puedo creer que le estoy pidiendo ayuda a una chica. Me siento miserable.

Yo: Probablemente es por que lo eres.

Él: ¡Cómo te atreves!

Yo: Perdón, Blacky. ¿Te hice enojar?

Él: No, rosita.

Yo: Suenas muy tierno.

Él: Claro que no.

Yo: Como sea. Adiós.

Él: Adiós.

Salí de Lovely.


Solos Tu y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora