Cap 22

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El caos reinaba en el oscuro pasillo del colegio. Anya, desmayada en el suelo, yacía vulnerable mientras el grupo A1 se encontraba en una posición precaria. Los secuaces de Carson, Carina y la figura maestra observaban la situación con triunfo en sus ojos.

En el grupo A2, Becky y los lacayos de Damian, Emile y Ewen, continuaban su escape frenético. A medida que avanzaban por los pasillos, desconocían la tragedia que se desarrollaba en las cercanías. Intentaban llamar a la policía, pero la conexión se interrumpía debido a la interferencia causada por las bombas y los dispositivos de Carson.

En el otro extremo del colegio, Andy y Yorlan, en el grupo A3, finalmente lograron desactivar las bombas. Sin embargo, la alegría de este logro se vio empañada por la noticia de la difícil situación en la que se encontraba el grupo A1.

Mientras Anya permanecía inconsciente, Andy, a través de la conexión telepática, recibía las imágenes de la batalla y la herida de su hermana. La impotencia y la furia se mezclaron en sus pensamientos, y se dispuso a llegar al lugar lo más rápido posible.

La batalla aún no había terminado. Damian, angustiado por la condición de Anya, se levantó con determinación. Aunque no tenía poderes sobrenaturales, su entrenamiento en autodefensa y estrategias tácticas lo convertían en un oponente formidable.

Damian: ¡Esto no ha terminado!

Con un impulso repentino, Damian se lanzó hacia los secuaces de Carson. La sorpresa de su ataque momentáneamente desconcertó a los villanos. Mientras tanto, Andy y Yorlan se unieron a la refriega, luchando contra los secuaces para llegar al grupo A1.

En medio del caos, Carina, a pesar de la confusión inicial, se recuperó y avanzó hacia Anya. La sangre en el brazo de Anya y la herida en la pierna causada por Carina la debilitaban, pero la joven no perdía la conciencia.

Carson, viendo la valentía de Damian y la llegada inminente de Andy y Yorlan, decidió retirarse momentáneamente con sus secuaces. La batalla dejó el pasillo en un silencio tenso, solo roto por la respiración agitada de los protagonistas.

Andy, al llegar junto a su hermana, la sostuvo con cuidado. Anya, aún inconsciente, mostraba signos de debilidad. La policía, alertada por las llamadas de Becky y los lacayos, se acercaba al colegio, pero el tiempo corría en contra de los protagonistas.

La historia aún estaba lejos de su conclusión. Los giros inesperados y las heridas profundas habían marcado este capítulo, pero el destino de los personajes seguía en juego, oscilando entre la esperanza y la oscuridad.


¡DIOS LES BENDIGA!

DamianyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora