mi niñero personal 𐙚 kookmin.

3O.

Después de un rato y que Jimin se haya calmado. Se dirigieron a la cocina para preparar un rico almuerzo. Ya era demasiado, bueno algo tarde para desayunar.

Comenzaron poniendo ambos de su parte para hacerlo entre sonrisas y risas cada vez que no podían hacer algo.

Después de unos minutos su arduo trabajo al fin el almuerzo ya estaba listo.

—Eso fue algo difícil, ¿no cree hyung?— sonrió Jimin viendo al mayor.

—Algo—rio jungkook.—Bueno, a comer antes que se nos enfríe —dijo mientras se sentaba en la mesa.

Ambos chicos al fin comenzaron a comer su preciada comida hecha por ellos mismos. Se sentían realmente felices por volver a verse y abrazarse, después de estar tanto tiempo sin poder comunicarse ni tocarse ni uno al otro.

Todo se veía tan tranquilo y calmado que jungkook había jurado tener después de tantas tragedias y malos momentos, era jodidamente placentero y mas al tener a su pequeño bebé junto a el.

—¿Te parece si vemos una película Jimin?— preguntó el mayor, mientras que con una servilleta quitaba un poquito de salsa de la carne que estaba en la orillita de la boca de Jimin.

Se sonrojó tiernamente cuando sintió la servilleta tocar con delicadeza su boca.

—Me parece bien kookie—susurró bajito, ya que se sentía altamente avergonzado por las atenciones que le estaba dando Jungkook. 

No quería mentir pero le encantaba tener la atención de su hyung y que este le de mimos. Y que digiera que no era una mentira muy fea y grande.

—¿Cuál quieres ver bebé?— sonrió alejando su mano cuando la zona manchada ya estaba completamente limpia. Su sonrisa se ensanchó cuando vió el sonrojo del menor. Le parecía sumamente tierno y lindo.

Después de haber terminado de comer, ambos decidieron lavar los platos juntos. En algunos minutos terminaron de lavarlos para después irse juntos al cuarto por algunas mantas para ponerlas en el piso de la sala, ya que en ningún cuarto contaba con televisión mas que la sala.

—Kookie— llamó el menor, este hizo un sonidito haciéndole saber que lo escuchaba.—¿Usted cree que me comporto como un niño y demasiado infantil?—dijo el menor un tanto desanimado volteando a otro lado jugando con sus deditos y un puchero triste en sus rosados labios.

Jungkook se volteó ya que estaba de espaldas buscando mantas gruesas en el armario del cuarto para huéspedes. Frunció el seño enojado mientras apretaba la mandíbula.

—¿Quién te dijo eso?—intentó ocultar su enojo para no asustar al menor, fallando en el intento.

Jimin dió un pequeño saltito asustado cuando la voz grave de su mayor resonó en el amplio cuarto. Bajó la mirada dando pequeños pasitos alejándose un poco.

—Nadie.—tartamudeó un poco, sintiéndose repentinamente nervioso pero sobre todo asustado e intimidado. Nunca lo había visto tan enojado.

Jungkook al darse cuanta de esto se acercó rápidamente el menor suavizando sus facciones, con delicadeza tomo las mejillas de Jimin mas este no levantó la mirada sintiendo sus ojitos picar amenazando con dejar salir lagrimas.

—Mírame cuando te hablo— demandó.

El menor levantó la mirada dejando salir pequeñas lagrimitas, Jungkook quitó suavemente las lagrimas con sus pulgares dejando un besito en ambas mejillas.

—¿Quién te dijo esas cosas?—preguntó suavemente cuando las lagrimas dejaron de salir de esos tiernos ojitos.

—Mis compañeros del instituto—susurró temblorosamente.

—Esos hijo de...—no terminó de hablar ya que una manita en su boca lo impidió dejándolo sorprendido.

El menor hizo un puchero molesto mientras fruncía sus cejitas, el mayor sintió su corazón derretirse de ternura.

—No diga palabrotas Kookie hyung—dijo el menor intentando verse intimidante ante su mayor, pero solo le causó mucha ternura.

—Eres un bebe demasiado lindo—dijo el mayor mientras tomaba la suave y gordita manita quitándola de su boca.

Este se sonrojó furiosamente ante las palabras de su hyung, sintiendo unas extrañas mariposas en su pancita y su corazoncito latir rápidamente.

¿Así se siente el verdadero amor que le contó su mami Rose?