¿De Dolor a felicidad? (kakashi X Naruto) 💕

cap 34

Narra Naruto

Me acababa de levantar, estaba un poco cansado y mi espalda dolía, me levanté de la cama y salí del cuarto para buscar los baños, y al salir dando la vuelta estaban los benditos baños, realmente no comprendía el porque ayer no los encontré.

Me metí al baño, ya que solo habían tres regaderas, una para cada cuarto, al prender la regadera me asusté que casi me resbaló. El agua aquí era demasiado caliente, me apresuré a bañarme y salí del baño, desperté a Kurama para que también se bañara.

Al cabo de un rato, salí de aquella habitación para que Kurama se pudiera cambiar tranquilo. Estaba caminando por los pasillos y me encontré a Sasuke y Sai.

Los saludé, pero para ser sincero, no tengo muchas ganas de hablar con alguien. Así que simplemente seguí mi camino.

Iba distraído, así que no note que alguien venía, me topé y ambos caímos.

Me disculpé y al levantar la mirada, era Kakashi con el que había tropezado.

Kakashi: Naruto, ¿estás bien?

Me ayudó a levantarme, pero aquel golpe hizo que me doliera más la espalda.

Sin querer emití un gemido de dolor, a lo cual Kakashi me vió algo extrañado.

Kakashi: ¿Fue muy duro el golpe?

Naruto: no, simplemente me duele la espalda desde que me levanté.

Kakashi: ¿Te llevo a la enfermería?

Naruto: no gracias.

Realmente no quería ir a ese lugar, sabía que me harían demasiados chequeos para ver qué era, y la verdad me da pereza ir, además que la misión está de por medio.

Kakashi: esta bien, entonces te aviso de una vez, nos juntaremos a las nueve cerca de las aguas termales. Avísale a Kurama.

Su tono cambió drásticamente al mencionar el nombre de Kurama.

Naruto: está bien.

Ambos agarramos rumbos distintos.

Me regresé hacía el cuarto, y al entrar Kurama estaba recostado sobre la pared.

Naruto: Kurama, Kakashi dijo que nos juntaríamos a las nueve cerca de las aguas termales.

Kurama: ¿Aguas termales? ¿Cómo pueden tener aguas termales? ¿Acaso no sienten que el agua de sus duchas está hirviendo? ¡Casi me quemó el trasero! ¿Sabes lo doloroso que fue para mí? Sentía que me moría ahí dentro.

Naruto: bueno en eso tienes razón. Pero igual, solo te aviso.

Iba a salir, pero Kurama me jaló del brazo, haciendo que mi espalda chocará con su pecho, me quejé ya que eso dolió, y mucho.

Kurama: ¿Qué te paso en la espalda?

Naruto: no lo sé, tal vez me pegué en algún lado y no sentí.

Kurama me levantó la camisa que llevaba dejando al aire mi espalda. Tocó mi espalda con su mano y al instante se me erizó la piel.

Kurama: aplicaré jutsu médico ¿De acuerdo?

Accedí y al instante sentí algo cálido en mi espalda. No pasó mucho tiempo y la espalda dejó de dolerme.

Le agradecí a Kurama, y ambos salimos de la habitación saliendo de aquel lugar. No sabíamos dónde quedaban las aguas termales. Así que le pedimos a un ambu que nos guiará.

Llegamos y ahí estaban todos.

Kakashi: bien, ya que todos estamos aquí, les aviso que nos quedaremos aproximadamente una semana aquí ¿está claro?

Para mí eso fue como un balde de agua fría, ¿Dos semanas? Había dos problemas con eso, la primera era mi cumpleaños y segundo, el mismo día me llegaría mi primer celo, y con esto mi transformación. No podía quedarme una semana completa. Miré a Kurama el cual estaba con la vista perdida.

Nuestros planes se habían ido a la basura, y para que me dejarán ir de vuelta a la aldea, tendría que decir mi condición ¿Cómo se suponía que le diría a Kakashi sobre éste tema? Exacto, no puedo, Kurama me lo prohibió, además que sería vergonzoso para mí si se llegará a enterar.

Naruto: ¿Es necesario que todos nos quedemos?

Kakashi: sí, el Hokague lo ordenó. Así que todos nos tenemos que quedar a está misión.

Kakashi dió por terminada la reunión, cada quien agarro un rumbo diferente. Kurama y yo nos alejamos lo suficiente.

Kurama: ésto es un gran problema.

El nerviosismo se notaba en sus palabras, lo admito, yo también lo estaba.

Naruto: ¿Qué haremos?

Kurama:no lo sé, tengo que pensarlo.

Ningúna idea llegaba a mi cabeza, los nervios no me dejaban pensar bien.

Kurama: ya sé, esperaremos a que pase la semana, y el día de tu cumpleaños diré que te enfermaste, por eso te quedarás en la habitación hasta que pase por completo tu celo, pondré un sello especial para que nadie pueda entrar o salir de la habitación, yo dormiré cerca por si llega a ocurrir algo. Mientras tanto, tendrás que ver como hacer para que tú celo baje, nadie estará ahí para poder ayudarte.

Aveces los planes de Kurama no salian como el quería, pero confiaría, era lo único que podía hacer en está situación.

Acepté hacer el plan, mientras caminamos hacia un puesto de comida que estaba cerca.

Y así pasó la semana...

La semana había pasado, estábamos a horas de que fuera mi cumpleaños Kurama salió de la habitación, dejándome instrucciones claras.

Solo faltaba esperar a que aquel momento llegará...

Continuará...