capítulo 1/2

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No sabía el porqué su olor le perseguía constantemente, ya le era difícil estar muy cerca de él, ese dulce aroma a sándalo golpeaba sus fosas nasales y se le hacía muy difícil contenerse de aspirarlos como si fuera el último aire del día. 

Desde el primer día no quiso aceptar este sentimiento, en realidad no pudo darle nombre a ese sentimiento que crecía cada vez más en su corazón, pero lo que sí sabía es que le gustaba sentirlo, le hacía sentir mariposas en el estómago. 

—Maki-San, que ocurre.

Su voz tímida y calmada le sacó de sus pensamientos. Inclinó su cabeza abajo, Yuta yacía bajo suyo.

Como es que se quedaron de esta posición, Yuta le miraba con incomodidad, su lindo rostro le estaba empezando a tentar otra vez, su olor corporal volvió a su nariz como si el viento quisiera jugar con ella para demostrarle que tan buen control tenía sobre su persona. 

—ah, lo siento, caí encima de ti y...

Ya no recordaba, o no quería hacerlo, ya que lo primero que estaba en su cabeza era Yuta bajo suyo.

Que pasaría si ese cuello desprotegido recibe una mordida, entonces sería suyo, lo marcaría como su Omega, así nadie más tendría el privilegio de mirarlo u olerlo sin su consentimiento. 

—¡Maki-San!

Reaccionó, y fue mal momento, sus colmillos entre abiertos ya rozaban el lado del cuello de Yuta, este lo miraba con sorpresa y un dejo de miedo.

Se separó de golpe, le dio la espalda, no podía creer que casi cometer un error tan grave.

—yo... lo siento, deberías volver, el entrenamiento terminó. 

—¿qué? Pero si recién comenzamos y-

—yo me tengo que ir, no me siento bien.

—oh, está bien.

Yuta observó como tomó su vara y se marchó sin mirarle a los ojos. 

Después de perderle de vista cayó al suelo con la respiración agitada, eso fue peligroso, muy peligroso, se tapó la boca con sus temblorosas manos, sus mejillas estaban rojas como el tomate.

Maki casi le muerde, por un momento perdió la conciencia con el aroma que su cuerpo desprendía, casi cae ante ella.

Maki entró a su habitación a casi colapsar, su RUT llegó más antes de lo esperado, su cuerpo quemaba, tenía mucha calor, mareada, caminó al velador de su cama, buscó como pudo en los cajones sus pastillas supresoras, las encontró, sacó tres y lo mordió como si fuera dulce, se acomodó en su cama y se cubrió con todas las sábanas. Odiaba los días de celo.

En casi tres días estuvo revolcándose en su habitación, no podía salir a siquiera tomar aire o si no Nobara y los demás Omegas de la escuela podrían llegar a estar en peligro, ella era una alfa dominante y era tan fuerte que Gojo o Mei Mei.

En todo ese encarcelamiento llegó a pasar una semana, todos los de la escuela hechicería sabía del porqué la ausente presencia de Maki Zhenin.

—¿dónde está Maki-San?

Menos Yuta.

—¿Mm? Está en casa terminando su RUT —dijo Gojo muy despreocupado. 

—oh, entonces por eso era que no me vio en toda la semana —bajo su cabeza pensativo. 

—¿creíste que te estaba evitando? Ja, ja, ja. 

Gojo en modo juguetón le punzó su mejilla con su dedo, Yuta lo apartó. 

-Vuelve, Mi Omega - (Maki X Yuta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora