Después de la emocionante carrera en Brasil, donde Max Verstappen logró una impresionante victoria y Checo Pérez terminó en el podio, surgió un drama inesperado en el equipo.Durante la carrera, hubo un momento en el que Checo estaba detrás de Max y tenía la oportunidad de adelantarlo. Sin embargo, en lugar de intentar superarlo, Checo decidió mantenerse detrás y no ceder el puesto.
Esta acción generó tensiones dentro del equipo, ya que algunos miembros creían que Checo debería haber intentado adelantar a Max para luchar por la victoria. Otros argumentaban que era importante asegurar puntos para el equipo y mantener una estrategia sólida.
El debate se intensificó en los días posteriores a la carrera. Algunos medios de comunicación también se hicieron eco de la situación, generando más presión sobre Max y Checo.
En medio del drama, Max y Checo tuvieron una reunión privada con el jefe del equipo para discutir lo sucedido. Ambos pilotos expresaron sus puntos de vista y explicaron sus razones detrás de sus acciones en la pista.
Max defendió su posición diciendo que estaba liderando la carrera y esperaba que su compañero de equipo respetara su posición. Argumentó que Checo debería haber seguido las órdenes del equipo y no intentar adelantarlo.
Por otro lado, Checo explicó que quería asegurar puntos valiosos para el equipo y no arriesgar una maniobra que pudiera poner en peligro su posición y la de Max. Afirmó que su decisión se basó en una estrategia a largo plazo.
Después de una larga discusión, el jefe del equipo tomó la decisión de recordarles a ambos pilotos la importancia de trabajar juntos y respetar las estrategias del equipo. Les recordó que el objetivo principal era ganar el campeonato de constructores y que necesitaban colaborar para lograrlo.
Continuará...