A pesar de su compromiso de dejar atrás el drama y trabajar juntos, la tensión entre Max y Checo seguía presente en el equipo. Ambos pilotos no podían evitar competir entre ellos en cada carrera, lo que generaba conflictos constantes.En una conferencia de prensa antes de la siguiente carrera, los periodistas no perdieron la oportunidad de preguntarles sobre su relación y cómo estaban lidiando con las diferencias.
Max y Checo intercambiaron miradas tensas antes de responder. Max fue el primero en hablar, reconociendo que había fricciones entre ellos debido a su competitividad y deseo de ganar. Sin embargo, hizo hincapié en que a pesar de todo, seguía respetando las habilidades de Checo como piloto.
Checo tomó la palabra después y admitió que las peleas eran inevitables, pero agregó que en el fondo aún se amaban. Afirmó que, a pesar de sus diferencias en la pista, siempre había un profundo respeto y cariño entre ellos.
Esta declaración sorprendió a todos los presentes, incluido Max. Aunque ambos pilotos se resistieron a mostrar su vulnerabilidad frente al público, esos pocos segundos revelaron lo mucho que aún se preocupaban el uno por el otro.
A partir de ese momento, las cosas comenzaron a cambiar entre Max y Checo. Aunque seguían compitiendo ferozmente en la pista, también encontraron momentos para tener conversaciones más íntimas y sinceras.
Después de una carrera particularmente agitada, Max se acercó a Checo en el paddock y le dijo en voz baja: "Aunque estemos peleando constantemente, quiero que sepas que siempre te admiraré como piloto y te amaré como persona".
Checo sonrió suavemente y respondió: "Lo mismo digo, Max. No importa cuánto compitamos, siempre serás alguien especial para mí".
Estos momentos de ternura y aprecio mutuo se convirtieron en una parte importante de su relación. Aunque la rivalidad seguía siendo intensa, también había un lazo profundo que los unía.
Continuará...