PRETTY BOY! - Venezuela x All 🔞

¿Me correspondes, Ángel - Nicazuela

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➤ 𝗦𝗵𝗶𝗽: Nicazuela (Venezuela/Ángel x Martha/Nicaragua)

➤ 𝗧𝗶𝗽𝗼: Heterosexual (BoyxGirl)

➤ Vene = Top / Nica = Bottom (no hay razón de especificar esto xD)

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Silencio. 

Silencio era lo único que había entre los dos "amigos" en ese momento, si se les podía llamar de ese modo después de lo que había pasado, claro. 

Pero... ¿qué demonios había pasado? Es sencillo... 

Martha se le había declarado a Ángel esa tarde que fue a su casa a terminar una tarea de la escuela... ¡Buenísima idea! Supuestamente. 

— Yo... Yo no se que más decir... — la de cabello corto empezó a morder ligeramente sus uñas evitando el contacto visual, creyó que la había cagado. 

Pero Ángel no se tomaba en serio esas cosas, así que soltó una risa que duraría unos pocos segundos. 

Martha se enrojeció de vergüenza al oír las carcajadas, así que ocultó su rostro con sus manos con el arrepentimiento cayendo sobre ella como balde agua fría. No debió haber dicho eso... ¿O si?

— Te entiendo Marthi, honestamente... ¿Quien no me amaría? — salieron esas palabras en tono de profundo ego, realmente tenía sus estándares muy altos y eso a la nicaragüense le asustaba de cierto modo 

Ella no supo que decir, sólo bajo su mirada y carraspeo su garganta para luego pensar detenidamente lo que diría después. No quería espantar al chico de sus sueños. 

— ¿Qué quiere decir eso? — contestó la chica, algo desprevenida ante esa repuesta, sólo esperaba un "si" o un "no". 

— No soy alguien que te diga que te ama también, para tu lástima. — puso sus brazos detrás de su nuca mientras se recostaba en la silla. Martha apoyo firmemente su mano de la mesa apretando lo más que pudo, está temblaba y sus labios también, soltó un leve suspiro intentando mantenerse fuerte. Le dolió el rechazo, pero no iba a demostrarlo. Luego levantó su vista al oír la voz de su amigo nuevamente. — Pero...  como eres mi amiga podría darte un pequeño regalo de mi parte para que no llores cuando llegues a casa. 

Ángel río levemente y su contraria fruncio el ceño de la misma forma algo ofendida por ese último comentario, para luego cruzar sus brazos y mirarle con una pequeña chispa de brillo en sus ojos cafés. 

— ¿Qué clase de regalo? — preguntó la centroamericana. 

Y el sudamericano se acercó a ella, con una mirada peligrosa, dejándola apoyada en la mesa sin ninguna manera de salir. 

Este acercó su rostro al oído de la chica para luego acariciar su muslo levemente. 

— Podría darte un pequeño "consuelo"... — Habló de una forma seductora, cosa que estremeció a la ajena, luego añadió. — pero claro, no haré nada que no quieras. 

Martha se le quedo viendo estática, no sabía que responder. Sorprendida estaba tardando mucho en decidir y eso a Ángel le fastidió un poco.

— Tienes cinco segundos para que me des una repuesta. Si no, entonces... — No pudo terminar su oración, puesto que lo interrumpió un desesperado "¡SI!" por parte de la ajena. — De acuerdo... 

Ángel se acercó más a la fémina haciendo que la distancia entre ambos prácticamente nula, empezó a dejar besos en su cuello a la par que metió una de sus manos bajo las prendas superiores de esta empezando a masajear con cuidado sus pechos. Martha en un acto inconsciente posicionó ambas piernas alrededor de la cintura del castaño, para hacer lo mismo con sus brazos, sólo que estos últimos los posicionó alrededor del cuello ajeno. 

Ninguno de los dos pudo saber en qué momento ya estaban tan activos, simplemente paso y ya. 

El venezolano (que aún llevaba su ropa puesta) le sacaba varios y varios gemidos a la nicaragüense, usando ambos dedos para penetrar la parte íntima de la morena mientras los movía de una forma bastante ágil, como si ya mi hubiera hecho otro par de veces. Ella sólo soltaba aquellos ruidos obscenos que inundaban parte del lugar, pero no lo suficientemente altos como para que los vecinos los escucharán. 

— Ah! -A-Ángel! Más! ~ 

El nombrado sólo asintió con total libertad, hundiendo sus dedos aún más profundo en su interior, llegando a encontrar el punto dulce de la muchacha logrando estimularla por completo a lo que ella respondió con un fuerte gemido, el chico sentía como el cuerpo ajeno temblaba ligeramente a casa movimiento que daba, aferrándose con fuerza a sus prendas mientras esperaba totalmente agitada. 

Ángel sonrió para si mismo al notar como la chica había llegado al orgasmo, notando como su rostro estaba rojizo y sus ojos cristalizados. Martha después de unos segundos empezó a soltar leves suspiros mientras veía a su amigo con satisfacción. Este último soltó a la muchacha con cuidado para luego darse la vuelta y empezar a caminar hasta el baño. Martha se le quedo viendo con sus piernas temblando e intentando regular su respiración, sin duda aquel caribeño la había dejado como un desastre, fijo su vista algo preocupada en la espalda del chico y con su voz temblorosa quiso preguntar:

— ¿A d-dónde vas? 

El de ojos miel suspiro levemente y sin mirarla contestó inexpresivo — a lavarme las manos, ahora vístete. 

la de cabello corto asintió, para luego de haberse relajado empezar a colocarse nuevamente sus prendas, repasando mentalmente todo lo que él había hecho a su persona... 

Le había entregado su intimidad a un chico que no tenía intenciones de nada con ella. 

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Pedidos abiertos!