Teníamos una conexion, una comunicación, un lenguaje que solamente entendíamos nosotros. Nuestra conexion implicaba, sentirnos cómodos mutuamente, de manera que no había barreras para una conversación emocional, la manera en la que sentía tanta comodidad que los párpados me mis ojos se cerraban deseando escuchar su voz, o como sentía la necesidad de tu contacto físico en mi cuerpo. Nuestra compresión era diferente, como escuchaba la manera en la que sé emocionaba por algo tan simple, que él lo hacía especial, cada detalle, cada palabra, cada expresión hacia nuestra comunicación algo muy instantáneo.
Sentíamos tanta comodidad el uno con el otro que ya no existían palabras, simplemente silencios efímeros, acompañados.
—balentine.