Crianza || Jimercury.

#. 04

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No podía estar más nervioso. 

Citaron otra vez al infante, otra entrevista, otra familia, ¿Otro fracaso? 

En este momento; se encontraba sentado en la rígida y fría silla qué estaba afuera de la oficina del orfanato, intentando mantener la respiración tranquila. De primera imagen parecía calmado, aunque en sus adentros se encontraba muriendo de nervios. 

Ordenó sus pensamientos, mantuvo relajada su respiración, y se concentró en mantener la calma. Rami se estaba empezando a sentir incómodo, se mantuvo concentrado en hacer dibujos imaginarios sobre la tela de su pantalón. Escuchar un "ding" en el lugar hizo qué la poca calma qué tenía se fuera, empezó a entrar en pánico. 

— Rami, puedes pasar cielo. —Un juego de cuatro palabras, cuatro insignificantes palabras habían hecho que su calma se perdiera. Si no fuera por el auto control qué el menor poseía se hubiera desmoronado en el piso rápidamente. 

— Enseguida... ¡Enseguida voy! —Tomo aire rápidamente, se levantado de la silla donde estaba, no sabía cuándo tiempo había estado sentado ahí pero ya le dolía la espalda. Sintió como sus piernas empezaban a temblar cuando se paro frente a la puerta, su mente empezó a maquinar de una manera que lo empezó a asustar. Pero no sé quería dejar vencer, tomo la manecilla de la puerta y la abrió, sin antes dar un suspiro—. Buenas... Tardes. 

Ni bien entro a la oficina y cuatro miradas se posaron en el, dos qué conocía, y dos qué desconocía. Lo observaban la 'superior' del orfanato y su encargada, luego, estaban las miradas de dos hombres como bigotes, aunque esto lo desconcertó un poco. Camino hacia adentro, para poder sentar en una de las sillas de ahí. Rami podía sentir las miradas posadas en el, sus nervios aumentaban y quizás el ser observado hacia qué se sintiera pequeño como una hormiga frente a esas personas. 

— Mira Jim, es adorable. —Escucho a uno de los hombres susurrar, observando bien a aquel sujeto, noto que este tenía una apariencia amable, con un bigote algo divertido para el infante. Sin embargo, lo que más spudo notar que destacaba en el eran unos infames dientes qué poseía, qué la verdad, si era sincero; hacían qué  se viera más amable de lo que ya le parecía. 

— Bien, Rami. —Su atención fue captada por la superior, ante el pequeño llamado el menor solamente le dedico una mirada nervioso—. Ellos son Jim Hutton y Freddie Mercury, te citaron aquí para saber si eres apto para ser adoptado. —"Apto", odiaba esa palabra. Mientras escuchaba a la encargada y superior repetirle cosas que ya había escuchado miles de veces, inmerso en sus pensamientos, recordó algo que había mencionado la superior. Un nombre en especifico, Freddie Mercury, Freddie Mercury... Ese nombre le sonaba, ¿pero de donde?—. Rami, ¿Entendiste cielo? —Lo hizo volver a la realidad, aunque estaba algo confundido solo asintio, ya sabia que le habían dicho aunque no hubiera escuchado. 

Y así empezó la entrevista; mayormente hablaban más las encargadas qué el, aunque de vez en cuando le preguntaban. Ahora venía una de sus partes menos favoritas, quedarse a solas con la pareja. 

— Bien cariño, ¿Puedes o quieres contarnos sobre ti? —pregunto el hombre bigoton otra vez, Rami quería saber quien era quien, pero sonaría muy imprudente si lo preguntaba de un solo. 

— Yo... —tartamudeo, se sentía algo nervioso en este punto—. Me llamo Rami. —fue lo único que pudo decir, aunque realmente no había problemas con eso. Las encargadas ya les habían dicho muchas cosas sobre el a la pareja. 

Ambos miraron al infante con ternura, o así lo interpretaba el—. Tranquilo querido, soy Freddie, y el Jim. 

Por fin, ya sabia sus nombres. El hombre de apariencia amable era Freddie... ¿Mercy? O Mercurio... ¡Mercury! Era Freddie Mercury. Y el otro hombre, quien el infante creía y acertaba qué era la pareja del hombre era Jim, Jim Hutton.