Capítulo 16 °Quince personas

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Serbia.

Aaron

Después de Eslovaquia, me mandaron a llamar inmediatamente, aunque el comandante me dijo claramente las instrucciones, el coronel quiere verme en persona, soy consciente de todo lo que hice mal, en dejar que Lila me cegara por su sed de venganza contra Nina, y yo cegarme por querer solo encontrarla, maldigo el momento que en vez de analizar la situación solo actué sin pensarlo.

Una semana tardé en regresar a Serbia, di largas a los citatorios, hasta sé que volvió imposible, ya que se supone que debemos estar aquí la mayoría del tiempo mientras no estemos en una misión. No sé exactamente qué es lo que me pedirán, y últimamente no ando con muchas ganas de seguir las instrucciones de los demás, desde el año pasado pensé que todo acabaría pronto, pero ha sido lo contrario, cada vez salen más cosas, la gente se extralimita y piensa que seguimos viviendo en el mundo de antes cuando no es así, la inconciencia de uno no ayuda mucho tampoco.

Vuelvo a leerlo mientras camino por el pasillo de la OKV, el mensaje es claro, debo reportarme con el coronel, esto se ha ido por la borda, no debí seguir detrás de Nina, pero no me arrepiento, necesitaba encontrarla, lo haré, solo necesito más tiempo, que es el que tengo que ganar ahorita con el coronel Markovic.

—Buenas tardes, Myers —murmura serio, su acento es inconfundible, pero eso no me intimida.

—Coronel.

—¿Por qué tan empecinado en rastrear a esa niña? Se supone que piensas con esta cabeza —señala arriba —no la de abajo, así que deja de romper las malditas reglas, que no creo poder hacer más por ti.

Estoy seguro de que el comandante Sirius lo ha puesto al tanto de todo, incluido lo que hablamos.

—Estoy seguro de que si la encuentro, tendremos a Joseph Meyer.

—Nina no se ha contactado con su abuelo.

—¿Cómo lo saben? Estuvo tres meses desaparecida, estaba con él. La protegió —insisto, ¿cómo es posible que no quieran ir detrás de ella?

—Eso es imposible.

—¿Acaso estuvo con ella? —pregunto de manera retórica.

Me siento desesperado al ver algo que ellos no ven.

—Deja de decir tonterías, tenemos intervenida la línea de Joseph, no han hablado, ahora deja tu obsesión de lado, o no meteré las manos al fuego por ti.

—Puedo encontrarlo —aseguro.

—Joseph Meyer está desaparecido, tiene meses que no se contacta con Gem-Elli, específicamente después que murió Max.

—Está tramando algo, sospechamos que el ROU es creación de ellos. No hay nadie más que se atreva a hacer ese tipo de cosas.

—Puede —mueve la cabeza —tiene toda la marca de ellos, nadie da información sobre lo que contiene, los países de tercer mundo lo han adquirido como si fuera una vacuna, necesitan eliminar la sobrepoblación. No se dan abasto.

—¿Qué haremos?

—Nada, eso no nos compete —frunzo el ceño.

—¿Qué no nos compete? Disculpe, pero...—me detiene con una negación.

—Nosotros vamos tras Gem-Elli, digo, gracias a Nina que nos ha ahorrado el trabajo en ir detrás de algunos, pero aún nos faltan, son demasiados, además que están creando a sus sucesores, los entrenan y capacitan para las siguientes generaciones. De alguna manera nos ayudó que haya escapado, ahora está cazando a todos ellos.

Todo por ti (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora