ᖴᾀ℄Ṏᖴḭ℄ḭᾀ // 𝖢𝗁𝖺𝗇𝖫𝗂𝗑

011

Twenty-six centimeters

— A-ah... ugh, mierda, Lee... — Chris suspira, entrecortado, apretando la sábana debajo de su cuerpo entre los dedos. Felix lo mira, atento, hambriento, deleitándose con la expresión emocionada que Bang tenía en su cara. Gruesas gotas de sudor descendían de su frente, sus ojos estaban medio abiertos, más oscuros de lo habitual, sus labios estaban muy húmedos y con porciones rojizas de las picaduras que él mismo proporcionó. Se hizo un verdadero y hermoso desastre, y él fue la causa y le encantó.

Tenía los testículos de Bang dentro de la boca, chupando intensamente con fuerza y haciéndole apretar la expresión en su cara liberando una maldición en el aire, bastante fuerte.

Los lamió un poco antes de arrastrar su lengua a lo largo de la larga extensión del miembro hasta que llegó a la punta y la mimó con devoción, dándole pequeños besos calientes y un par de succiones que hicieron que Chris levantara sus caderas del colchón.

— Trágatelo todo — exige Christopher, llevando sus manos al pelo de Yongbok. Sonríe ligeramente y solo entra en una pequeña parte dentro de su boca, haciendo que el mayor sisee. — ...Sé que puedes profundizar, vamos.

Felix gime alrededor del falo grueso de su cavidad oral, aumentando la profundidad con la que lo chupa. Los sonidos húmedos hacen que, para Chan, todo sea casi demasiado. Felix sumerge al gran miembro hinchado del mayor en su boca, en la medida de lo posible, y, con ambas manos, abraza lo que no es suficiente para entrar, masajeando con cuidado y tratando de hacer que el anciano termine en su boca lo antes posible.

Se moría por sentir el orgasmo del de rizos en su boca, viajando por su garganta e inundando sus papilas gustativas con el sabor amargo de su esencia. Quería sentir esa semilla caliente derramando a lo largo de su lengua y quería que fuera abundante.

La sensación de asfixia y mareos al no poder respirar correctamente debido al ataque furioso e incomplaciente de Bang en su garganta lo hizo sentir como si fuera una puta, porque solo se emocionó mucho más.

Trató de llevar una de sus manos a su propia erección, buscando un poco de alivio, sin embargo, al notar ese detalle, el mayor gruñó, mirando a Felix con ojos líquidos en lascivia y muy enojado.

— Si quieres correrte, hazme correr primero — él le advierte, con una voz ronca como el infierno. Lee gimió de desaprobación, pero eso le hizo querer que terminara mucho más rápido, así que, respirando hondo, se las arregló para poner un poco más de la mitad en la boca, sintiendo náuseas. La saliva se acumuló en abundancia en sus manos, lo que masturbó a Chris efusivamente.

Continuó chupando más fuerte y empalando su boca en la gran dureza del mayor hasta que movió abusivamente sus caderas, dejándose caer completamente sobre la cama. Felix pensó, entonces, que se correría, pero Chan se sentó de repente y lo empujó por los hombros, sacándolo completamente de su erección.

Lee lo miró confundido. Bang acaba de besarlo en los labios necesitado. Una vez que logró reunir suficiente fuerza de voluntad para alejarse de la boca de Felix, Bang lo obligó a subirse a su espalda.

— Ponte en cuatro — ordenó, con voz profunda. Obedeció, un poco aturdido. El mayor fue colocado debajo del cuerpo de Lee, completamente acostado con la cabeza sobre la almohada y dejando su culo empinado justo en la cara. Felix entendió lo que el mayor tenía la intención de hacer cuando empujó su erección contra su boca, diciéndole en silencio que siguiera chupándolo.

Y estaba a punto de hacerlo, pero, en ese momento, Bang se agachó en su entrada con la lengua de repente, como a primera hora de la mañana, y Felix se retorció, arqueando la espalda.