Changbin no recordaba exactamente en qué momento de su vida empezó a sentir atracción hacia Hyunjin, pero fue casi inevitable no hacerlo, es decir, el chico era lindo a la vista, con el cabello largo y castaño, ojitos color almendra, un cuerpo gordito, y esa sonrisa, Dios, changbin amaba esa sonrisa que su menor poseía.
Sin querer descubrió que estudiaba artes, justamente un piso arriba de su carrera, música.
Hermoso, changbin estaba cien por ciento seguro que esa era la única palabra que podía describir a aquel chiquillo de gordas mejillas.
—¡hyung! ¡tarde, hyung, tarde!— gritaba su hermanito Yeonjun mientras sus pequeñas manitas sacudían (o eso intentaba) su gran cuerpo lleno de músculos.
El pelinegro miro la hora en su despertador, 8:50, mierda, iba muy retrasado para su primera clase, tal vez si se apuraba llegaría rayando al inicio de la segunda.
—¡mierda!— grito sintiendo la adrenalina en su cuerpo.
Rápidamente se vistió, tomo a su hermanito entre sus brazos para bajar las escaleras mientras escuchaba el "te dije que no te desvelarás tanto" por parte de su madre en la cocina.
—¡me voy, los veo en la tarde!— fue lo último que dijo antes de salir de su casa.
Sus pies corrieron lo más rápido que pudieron, considerando que tenía que tomar un autobús para ir a la universidad, el trayecto que hizo desde su casa hasta su destino no fue menos de diez minutos, exacto como siempre.
Se detuvo a respirar un poco antes de pasar su tarjeta en el registro de entrada, cuando su pulso estaba un poco más relajado sintió un cuerpo chocar contra su espalda.
—¡uhm! ¡l-lo siento tanto bin hyung! ¡soy un tonto no lo vi!— se apresuró a decir la persona detrás de él.
Dios, esa voz, esa melodiosa voz, el la conocía mejor que nadie.
Cuando se volteo sintió su corazón latir desenfrenadamente cuando sus ojos observaron la figura de hyunjin, quién traía un hoddie blanco y unos jeans holgados, en sus mejillas había rastros de mermelada de fresa.
—no te preocupes— respondió con una sonrisa— yo también vengo tarde, me dormí ¿y tú?
Hyunjin suspiro aliviado, lo último que quería era seguir con un mal día, digamos que para el chico de cabellos cafecitos no le estaba yendo muy bien que digamos.
¡Se había levantado tarde! uhm, probablemente no debió haberse quedado despierto hasta tarde con sus padres para terminar de ver una serie, tampoco debió haber tardado en hacer sus tostadas con distintas mermeladas, bueno, no era una bonita mañana que digamos.
—uhm, el cambio de horario— respondió el castaño avergonzado.
Changbin casi chilla en cuanto vio el rojo carmín adornando las pequeñas nubecitas del menor.
—tienes mermelada aquí— murmuró bajito.
—¿dónde hyung?— pregunto Hyunjin.
—aquí— changbin deslizó su dedo por los labios del menor quitando el rastro de mermelada.
¿que acababa de hacer?
El timbre se hizo sonar y con ello indico el inicio de la siguiente clase, demonios, como si no fuera mucho la vergüenza que sentía ahora pero ¡acaba de tocar los gorditos labios del chico que le gustaba!
¡eso era un logro siendo el!
—y-yo lo siento— se disculpo bajito.
Hyunjin estaba que se moría, su corazoncito estaba latiendo muy rápido y sentía las dichosas "mariposas" danzar dentro de su barriguita.
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𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐁𝐎𝐘
FanficDónde changbin está enamorado de hyunjin, el chico de mejillas regordetas