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Katsuki podía sentir la calidez de tus labios fantasma contra los suyos mientras besabas sus labios empujando los mechones rubios hacia atrás con una sonrisa.

"Buenos días guapo, ¿cómo dormiste?" Susurraste pasando tu pierna sobre la suya, la cual rápidamente agarró con una mano, su pulgar dibujando círculos en tu muslo.

Era raro que pudiera relajarse así, ser un héroe profesional lo estaba agotando más de lo que pensaba inicialmente. Katsuki gimió y abrió los ojos para mirarte.

Un ángel, pensó, eso es lo que debes ser para aguantar sus payasadas, y por la forma en que el sol bañaba la habitación realmente parecía como si tuvieras un halo. "Como un maldito bebé, ¿y tú?" Preguntó.

El sueño todavía obstruía su voz, haciéndola más profunda y grave. "¿Como un bebé, lo que significa que te despertabas llorando cada dos horas por leche y por un cambio de pañal?" Bromeaste con una ligera risa.

Te miró furioso y juguetonamente rompió la correa de tu camiseta sin mangas. "Eso fue tan gracioso que me olvidé de reír. Dormiste como una roca, supongo por la forma en que roncabas, gemías y babeabas".

Era tu turno de mirarlo juguetonamente mientras te sentabas y golpeabas ligeramente su pecho desnudo. "Estaba babeando porque soñé con estar casada con este chico pro-héroe, él era tan soñador". Bromeaste.

"Qué hombre tan afortunado es entonces, ahora necesito encontrar una manera de entrar en tus sueños para patearle el trasero". Él replicó tomándote hacia atrás en sus brazos y untándote la cara con besos.

one shot bakugo katsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora