Único

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Toda ruptura suele llegar con detalles que relatan el por que de la decisión. Un transfondo que llevó a tales extremos.

¿Pero cuál era la manera correcta de reaccionar si se daba una ruptura en una relación donde no habian problemas?

Esa cuestión mantenía a YongGuk quieto en su sitio observando perplejo a JunHong después de que el pelirubio le solicitara tal petición.
Una suave risa salió de sus labios sin comprender la situacion.

-¿Qué dijiste?

-Quiero terminar nuestra relación -JunHong lo observó de manera fija- no necesitas saber motivos, pero, quiero al menos informarte por que me iré y no me volverás a ver.

-No -negó tomando sus manos- no te dejaré ir.

-¿Me amas?

-Por supuesto que te amo -YongGuk subió sus manos a su rostro el cual acunó- no termines esto, te lo ruego.

JunHong  frunció sus labios con tristeza antes de negar y darle un beso en sus labios, el último.

-Te amo, y por eso debo irme. Espero en algún momento me comprendas.

El pelinegro solo pudo ver como su amado salia por la puerta de la casa con una maleta que no supo en que momento realizó. Para cuando cayó de golpe a la realidad y salió para detenerlo solo pudo ver las calles con desconocidos.

Temeroso de no poder encontrarlo buscó por las veredas sin ningún resultado.
Su amor se había desvanecido con el viento.

Tan efímero y tan utópico.

¿Cuál era el significado del amor en ese momento para él? Un abandono sin motivo y lágrimas en su rostro que mostraban el diluvio que se estaba creando en su corazón y alma.

Según dicen, del odio al amor había un paso. Pero al contrario también se podía dar.
Un alma resentida podía ser peligrosa.

Su hogar se había vuelto su propio tormento y aquello que representaba lo oscuro de su ser, en como su vida se habia apagado con la ruptura.
Las bolsas de basura amontonadas en una esquina habían hecho remplazar el aroma floral que la casa mantenía cuando JunHong vivía ahí por uno desagradable para quien lo respirara.
Esas ojeras que tenia las cuales gritaban las noches de insomnio que llevaba y la ropa sucia los pocos ánimos de seguir adelante.

YongGuk quien se encontraba recostado en su cama observó aquella foto enmarcada sobre la mesita de noche.

Recordar las desveladas juntos, su risa y caricias. Los te amo dichos en susurros y las escapadas por más intimidad cuando estaban en público.

¿Cuanto tiempo había pasado? No estaba seguro. Tal vez unos cinco meses, era algo que no le importaba para ese punto.

El sonido del timbre de la puerta lo hizo salir de sus agobiantes recuerdos.
Su desganado cuerpo lo guió a abrir viendo a su mejor amigo observarlo.

-¿Qué quieres?

-Venia a proponerte salir un rato. YongGuk, si sigues así vas a morir.

-Dae, eso no es algo que te deba interesar.

-Por supuesto que si. Al fin de cuentas eres mi mejor amigo.

El pelinegro cuando quiso cerrar la puerta vio como Dae lo evitó al colocar el pie en medio.

-Largo, no estoy de ánimos.

-¿Y cuando lo estarás? -DaeHyun al lograr abrir de nuevo la puerta lo miró y luego alrededor- solo mirate, mira donde vives. Esto no es sano.

El amor en el adios || BangLoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora