3.- Caos

358 62 13
                                    

Advertencia:
Mención de muerte, Embarazo masculino y Lenguaje inapropiado.

Cambie los hechos, Suguru no asesino a la aldea.

(...)

"¿Rechazado?" Preguntó al mirar el selló rojo sobre la hoja de papel. "¿Porque?"

La señorita del mostrador lo miro con aburrimiento y suspiró. Parecía que había tenido esta platica varias veces.

"La ley es clara, un omega embarazado necesita el permiso de su alfa para abortar"

"Pero no tengo alfa, me abandono" dijo, esperaba que si mentía fuera más fácil.

"En ese caso debera rellenar un formulario donde explique el porqué no tiene un alfa y las razones por las que decidió abortar, yo enviaré ese documento a la oficina de control de reproducción y ellos tomarán la decisión sobre si es aprobada o no"

Suguru arrugo el entrecejo. "¿Que? Eso es estúpido, ¿porque deben elegir ellos si aborto o no? En primer lugar, no tengo porque darles ninguna explicación de porqué quiero hacerlo y porque no tengo alfa" dijo muy molesto.

"Escuche, yo solo hago mi trabajo, la ley igual me parece estupida" la beta respondió.

"¿No puede ayudarme?"

"El aborto solo está permitido si el compañero alfa lo aprueba y en caso de violación, siempre y cuando el feto tenga menos de doce semanas."

"Y si es la segunda opción" susurro con vergüenza y frustración.

"Necesita levantar una demanda y se abriría un juicio, pero esa opción aún así no es tan viable, porque el juicio tardaría casi tres meses, y el feto ya sería demasiado grande, y terminaría por ser rechazado debido a eso mismo" la expresión en su cara se suavizo. "De verdad lo lameto"

Suguru apretó los puños soportando las ganas de gritar de la frustración. Esto debía ser una maldita broma.

Ella tomó una pequeña hoja en blanco y un bolígrafo, escribió una dirección y se la entregó.

"Allí encontrará la ayuda que necesita"

Tomo la hoja y no perdió el tiempo, salio del lugar susurrando un pequeño gracias.

(...)

Salió corriendo del lugar, a penas duró diez minutos adentro, estaba sentado en la sala de espera cuando una mujer entró furiosa, le grito a la recepcionista que su hijo omega había muerto por que el médico había dejado unas gasas dentro del útero y había adquirido una terrible infección. La chica le explicó que ellos habían firmado un papel donde aceptaban que la clínica no se haría responsable de complicaciones presentes ni futuras, así que eso no era problema de ellos.

Si el médico era tan descuidado como para dejar gasas dentro, Suguru no dejaría que le ponga ni una sola mano encima. Por lo que decidió recurrir al plan B. Paso a una tienda y compro varias yerbas de distintas especies, había leído en Internet que si las hervía juntas podían servir como un té abortivo. Sin embargo, ese mismo día terminó por vomitarlo por completo, apenas lo olió le dieron unas terribles arcadas, y cuando el líquido amargo tocó su lengua la comida en su estómago regreso por su boca en segundos. Era tan asqueroso, ¿como era posible que un par de hiervas secas tuvieran un sabor peor que el de una maldición?

Trato de buscar más opciones, estaba por ir a ver a Shoko y pedirle ayuda cuando la noticia de que Haibara había fallecido llegó a él. Corrió hasta la morgue donde encontró a Nanami sentado en una silla junto a su cuerpo, Shoko acababa de terminar de realizar la necropsia y ahora el cuerpo estaba sobre una mesa metálica cubierto por una sabana blanca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 21 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

You're All I Need - SATOSUGUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora