Esto no solo son videojuegos.

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| Narrado por Dee | ( +18 )

Han pasado unos meses desde lo ocurrido.
No estoy enojado con Heavy o algo así, supongo que las cosas se dieron así y listo.

Evitamos vernos... o mejor dicho...
yo lo ignoro.
No sé si es apropósito, y si lo fuera, tampoco me importa, esto estaba mal desde un inicio.
Mejor que haya terminado... es lo mejor.

Aunque, a veces sus ojos verdes de cachorro, me dan el claro mensaje de "te extraño"
¿Y eso qué? Nos vemos todos los malditos días Heavy, por el amor de Dios, literalmente paso por tu cuarto para ir al baño.
Que idiota.

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Yo también lo extraño.

Supongo que me acostumbré en poco tiempo al trato que teníamos.
Pero por más que mi piel se erice cada que pienso en sus manos tocándome suavemente, nada va a cambiar.
Todo fue un error, él lo sabe y yo también.

Han pasado cuatro meses, mañana es su cumpleaños.
Papá y mamá le están planeando una sorpresa, sus primeros piercings, los que Chess le regaló a papá, que después también fueron mis primeros piercings.

Estoy... secretamente emocionado.

Mientras tanto yo... desarrollé un fetiche.
No estoy orgulloso, en lo más mínimo, y no sé si es por la categoría de porno que he estado viendo últimamente, o por cómo reacciona mi cuerpo cuando recuerdo a Heavy.

No, no es nada masoquista.
Dios no soy masoquista.

En fin, yo... uhg, empecé esta curiosidad... por los juguetes sexuales y bueno, lubricantes.
¿Será normal para alguien de mi edad? Sinceramente hay personas haciendo cosas peores que yo, creo que soy alguien normal.

Hace dos meses, ideé un plan perfecto, literalmente nadie podría descubrirme.
Bueno, voy a confesar que mis emociones me hacen ser impulsivo y terminó haciendo cosas a la ligera, como sea.
Decidí comprarme un lubricante neutro y bueno... un vibrador huevo no muy grande, a lo mejor me dejé llevar por los hentai.

Obviamente no usé la tarjeta de papá, no soy tan idiota.
Dando mis servicios de prodigio a algunos estudiantes y compañeros en exámenes, además de hacerles la tarea de vez en cuando, y si, les cobré.

Ahorré mi propios billetes, y simplemente fui a comprar, no sin antes vestirme y peinarme de forma extraña para que no me reconocieran.
Es sorprendente lo que un cambio de ropa puede hacer.

Por supuesto que al llegar a la tienda, la encargada me cuestionó mi edad, pero me limité a mirarla a los ojos con una clara mirada desinteresada, como si ella fuera estúpida.
Para acto seguido, comentar de forma casi indignada.

— ¿De verdad? ¿Crees que tendría piercings si no fuera mayor de edad?

Popularmente, se espera a tener la mayoría de edad para hacerse perforaciones o tatuajes.
La chica solo me miró apenada, y no dijo nada más.

Pagué, y me fui de regreso a casa.

Lo hice cuando papá y mamá estaban con el tío Chess.
Heavy estaba en casa, pero fue pan comido.

Caminé a casa, y al llegar puse mi llave en el llavero que está Justo unos pasos de la puerta, de forma perfecta.
Subí las escaleras, y al abrir la puerta, Heavy naturalmente me buscó con los ojos.
Saltando de su silla al ver la bolsa con mis compras.

— ¡¿Qué compraste?! ¿Es algo híper mega gótico? ¿Piercings nuevos? ¿Maquillaje?

Heavy preguntaba con tanto entusiasmo, que si no lo conociera diría que estaba intentando sacarme tema de conversación.