8

88 21 0
                                    

Estaba en un vasto espacio lleno de estanterías interminables. Las paredes estaban cubiertas de espejos que reflejaban mis memorias. Luces titilantes iluminaban mis recuerdos, mientras rincones oscuros parecían esconder miedos más profundos. Era como estar en medio de esta situación de mierda en la que estoy.

El aire estaba cargado de emociones; algunos pasillos parecían tranquilos y otros, caóticos, cada uno representando un estado mental distinto. Pero había una puerta enorme en medio de todo el lugar.

Tenía un aura brillante pero se veía tan destruida. No sé por qué, pero algo me decía que debía entrar. Con cuidado abrí la puerta y llegué a una pradera, seca, prácticamente muerta.

En el centro, vi a un lobo gris, bastante grande e intimidante, pero claramente triste. Cuando me acerqué, vi a un labrador terriblemente herido en el suelo.

Ver a un animal en ese estado me partió el corazón. Intenté ayudarlo, pero el lobo al lado mío me detuvo.

"Seungmin, él es tu omega. Como ves, está muy mal. Soy el alfa de Chan. Estoy aquí porque tu omega y yo hemos estado unidos por siglos. Pero eso no es lo importante.

Tu omega está así de herido porque no lo has cuidado ni un poco desde que está contigo. Y ahora él, que ya de por sí estaba sufriendo, está lastimado por tu problema con Seong.

No te diré qué hacer, porque no sé qué debes hacer, pero él me dijo que si hablaba contigo, sabrías qué hacer."

El lobo se acuesta al lado del labrador para lamerle esa enorme herida. Me siento tan mal, está así por mi culpa.

"Hemos hablado de esto con mi omega. Le he pedido que me diga si le hago daño, ni una sola vez me ha dicho nada. Igual que yo, se calla todo para no hacer sufrir a los demás.

¿Así que eres el alfa de Chan? Se nota que amas a mi omega", todo el lugar olía a una mezcla curiosa de cardamomo y naranja.

"Sí, lo amo con todo mi ser. Hemos prometido no separarnos…" el lobo me dice algo pero ya no logro entenderlo, mis párpados se sienten pesados. Aunque lucho por mantenerme atento, termino dormido.

La luz del sol me cae en la cara, abro los ojos y veo unos brazos alrededor de mi abdomen. Volteo y ahí está Chan, plácidamente dormido. Es tan bonito, por más que lo intente o que quiera alejarme, creo que ya caí en sus brazos.

Ahora estoy cara a cara con el bello durmiente. Le doy un besito en la nariz y me recuesto contra su cuello. La mezcla entre chocolate y naranja es reconfortante. Probablemente me vuelva a quedar dormido.

Me despierto y siento que ha pasado una eternidad desde la última vez que dormí tan bien, o mejor dicho, desde la última vez que dormí sin estar medicado. Seungmin está recostado cerca de mi cuello, abrazándome tal como yo a él. La sensación es reconfortante, y no deseo levantarme. Después de meses, logré dormir sin pastillas, y lo único que anhelo es volver a sumergirme en el sueño. Es irónico.

En medio de mi intento por regresar a ese estado, entra una de las ayudantes de la casa, visiblemente alterada. La miro con preocupación, intentando no despertar a Seungmin ni moverme demasiado.

“Mai, ¿qué sucede? ¿Por qué estás así?” Le pregunto en susurros, sin querer perturbar el momento con Seungmin.

“Señor, sus padres han llegado. No van a tardar en venir aquí. Llegaron de improviso”, me informa Mai. Entiendo perfectamente su preocupación. Siempre aparecen en el peor momento.

Con pesar, me separo de Seungmin, lo tapo con la cobija y le doy un beso en la coronilla antes de apartarme.

“Mai, diles que ya bajo. Pregunta si han desayunado, y si no, indica que yo tampoco lo he hecho. Que preparen el desayuno y pregunten qué desean. Haz lo que sea necesario para complacerlos”, le digo mientras cierro completamente las cortinas y comienzo a cambiarme.

Nuestra historia ( Chanmin - Omegaverse )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora