El embarazo iba bien, no había ningún síntoma extraño, seguían cuidando su peso, los alimentos y bebidas que consumía y todo tipo de actividades que implicaran fuerza.Pero ese día, ese maldito día en que todo paso, fue el peor día para ambos.
Miray y Aurelio venían de regreso de la última consulta médica antes del nacimiento de la pequeña cuando un tráiler que estaba siendo manejado por un señor ebrio y algo dormido los chocó, provocando un terrible accidente automovilístico.
Inmediatamente acudieron al lugar, ambulancias quienes llevaron a Miray y Aurelio de emergencia al hospital, policías de la comunidad quienes al llegar descubrieron a aquel conductor muerto.
En el hospital las cosas se estaban poniendo feas, Aurelio fue operado del brazo izquierdo por que tenía varios vidrios encajados, pero por otro lado Miray tuvo una especie de desmayo que provocó una cesaría de emergencia, pero esto básicamente se significaba que o sobrevive ella o la bebé.