ESTA PRINCESA ATRAPADA SOY YO

Capítulo 6

Los meses han pasado muy rápido, tan rápido que hace ya casi tres años que conocí a Yamcha y los he pasado estudiando y escapándome con él al centro comercial, a la laguna..., el desván..., porque en invierno hace mucho frío y la laguna se congela, aunque Yamcha me enseñó a patinar sobre hielo, fue muy divertido.

Me caí tantas veces... qué me salieron cardenales, menos mal que mi madre ni se dio cuenta, aunque por otro lado para darse cuenta debería hacerme más caso, pero... a mi ya eso... me da igual, no voy a llorar como cuando era una niña.

Las veces que hemos quedado en el desván también han sido muy divertidas, en Navidad puso un árbol a escondidas y subió chocolate caliente, por Hallowen también lo decoró y me contó historias de miedo, hasta por Pascua que escondió huevos de chocolate y me hizo buscarlos, pero... cuando los encontré... se habían derretido, hizo mucho calor por Pascua para estar en el desván.

Pronto será mi cumpleaños, mi 18 cumpleaños, y ya quiero saber que me tendrá preparado, aunque hace unos meses fue el suyo, cumplió 21 y le hice un regalo con mis propias manos, diseñe una chaqueta para él y la cosí sin que nadie se enterara, era una chaqueta tipo deportiva como las que le gustan a él, ya que le encanta el béisbol.

Mi madre me ha preguntado si quiero una fiesta por mi cumpleaños y le he dicho que no, que simplemente me gustaría que comieramos los tres juntos, así que creo que ha hecho una reserva en el club de golf.

Voy a ponerme un vestido que diseñe hace algún tiempo y que aún no me he puesto, es un vestido azul por encima de las rodillas, con algo de vuelo y mangas francesas con un cinturón blanco como complemento, y como siempre... me pondré mi pulsera de zafiros, es una pieza que me encanta y apenas me quito, sólo me la quito si creo que puedo perderla, como cuando voy a la laguna porque al bañarme podría salirse de mi mano y... perderla para siempre.

Sigo sin saber quién era aquel chico y porqué me la regaló, pero eso ya no importa, es mía, sólo mía, y fue el mejor de todos los regalos que recibí por mi quince cumpleaños.

Este año sí, por fin, mis padres lo celebraron de verdad conmigo, fuimos al restaurante del club de golf, pero mi madre no me dejó ponerme mi vestido, dijo que no era digno de una señorita, me había comprado un vestido muy caro que no me gustaba nada.

Pero me dio igual, ya que por fin celebré un cumpleaños con ellos, no recuerdo el último que lo hicieron, que estuvieron conmigo, las fotografías que hay en casa así... son de... nunca, en ellas siempre están las niñeras y las criadas, porque ellos siempre estaban con los negocios, organizaban mi fiesta pero... en las fotografías ellos estaban con socios e inversores, en ninguna están cerca de mi... cuando soplo las velas, por eso siempre iba a la cocina y Maria tenía otra tarta para celebrarlo con todos ellos.

Cuando llegamos a la mesa me percaté de que en una mesa bastante alejada había un hombre de espaldas con el mismo peinado que el chico que me regaló la pulsera que llevo siempre.

Al estar así sentado no sabría decir si era la misma persona, ya que se veía... más... grande, se veía un hombre más ancho de espaldas y debía ser bastante musculoso porque la chaqueta del traje que llevaba se pegaba a su cuerpo como un guante, pero por lo que me había llamado la atención era por su cabello, era igual, pero al no poder verle la cara no podría asegurar que fuera él, un hermano o quizás... su padre, aunque de todas formas... nunca vi su cara, así que verla ahora... tampoco me hubiera servido de nada.

Pero después de sentarme a la mesa... cuando volví a mirar... ya no estaba.

Y aunque mis padres me llevaron al restaurante para celebrar mi cumpleaños, al final resultó que a la mesa también se sentaron un matrimonio con su hijo, habían aprovechado para tener una comida de negocios, aunque por la conversación parecía que querían... casarnos, me daba la sensación de que querían comprometernos, por suerte aquel chico no estaba por la labor, ya que me miró varias veces y como estaba sentado al lado me di cuenta cuando en voz baja le dijo a su padre que no le gustaba, que era muy rara con ese pelo azul, pues yo... estoy muy orgullosa de mi pelo, es poco corriente así que me hace sentir... especial.

Estoy harta de que siempre aprovechen para hacer estas cosas, pero hoy se han pasado, intentar comprometerme?, que se han creído no soy ninguna mercancía, menos mal que tengo a Yamcha que me escucha, que me abraza, que es... mi amigo.

Estoy segura de que me habrá preparado alguna sorpresa para hoy, además hoy también hace tres años que nos conocimos, pero esta noche no me va a ver llorar, no, esta noche no.

Hemos quedado esta noche en la laguna cuando mis padres se hayan retirado a descansar, aunque da igual porque yo siempre me voy antes a mi habitación y nunca pasan a darme las buenas noches, eso era algo que de pequeña me importaba porque los escuchaba pasar por delante de mí puerta y no la abrían, pero ya hace varios años que me resigne a que no lo harían nunca, así que he quedado con Yamcha a las 11, me escapare por la puerta de servicio sin que se enteren.

Cuando he llegado... y he visto... todo lo que había preparado para mí... mi corazón se ha detenido y mi respiración también durante lo que parecía una eternidad.

En el suelo cerca del agua, había una preciosa tela rosa con un picnic compuesto por mi comida favorita, unos simples fideos instantáneos, que le voy a hacer, un día estaban Maria y las demás empleadas comiendolos y me dieron a probar y... uhm me encantaron, y por supuesto había una preciosa tarta de fresas y varias bebidas refrescantes.

Era un picnic muy sencillo pero... era el mejor que él se podía permitir y para mi... era más que suficiente.

Fue su regalo de cumpleaños, pero también el mejor que he tenido... este año, porque el vestido que me ha regalado mi madre... a mi no me ha gustado nada.

Esta claro que no puedo compararlo con la joya que aquel desconocido me regaló, pero aquel año ese fue uno de mis dos mejores regalos, el otro fue... conocer a Yamcha.

Después del picnic hemos nadado en la laguna, el agua estaba caliente, un baño nocturno muy relajante, pero... Yamcha ha hecho algo... qué me ha pillado... por sorpresa.

Estábamos como siempre uno frente al otro tirandonos agua y riéndonos cuando de pronto se ha puesto muy serio, y eso... me ha asustado... un poco.

Entonces se ha acercado más a mí y ha rodeado con sus brazos mi cintura, me ha mirado fijamente a los ojos y... me ha besado.

Me he quedado impactada durante unos segundos pero me han parecido horas, aunque he reaccionado y me he abrazado a él mientras le correspondía el beso, no me esperaba eso de él pero... tampoco sabía yo misma que también quería eso de él.

Continuará...

Escrito por Mer Lois