Acción Uzumaki

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Capítulo Dos: Instalarse. (Primera parte.)

"Kami, esa cena estuvo buena. Asagi seguro que sabe cocinar." Naruto murmuró para sí mismo mientras estaba parado debajo de la ducha, permitiendo que el agua tibia bañara su cuerpo mientras reflexionaba sobre su nueva situación. Nunca imaginó que una ducha adecuada podría resultar tan agradable, ya que su apartamento tenía una presión de agua bastante cuestionable y aparentemente le tomó mucho tiempo al agua calentarse a una temperatura adecuada.

Sin embargo, en la ducha de Asagi, el agua se calentó muy rápidamente y el líquido que lo golpeaba casi se sentía como un masaje en cierto modo. Se rió un poco de cómo una simple cosa cotidiana le estaba trayendo tanto placer... tal vez era porque sentía que ahora podía disfrutarlo.

Pensar que hace apenas unas horas estaba vagando por los barrios bajos de un apartamento decrépito y podrido, ahora lo habían invitado a la casa del legendario Taimanin Asagi Igawa. Una pequeña parte de él se preguntó si tal vez todo esto era un sueño, tal vez porque la realidad de la situación aún no se había asimilado por completo.

Suspiró mientras se enjabonaba el cabello con un champú con olor a menta, parecía que Asagi también tenía gustos similares en champú y gel de baño como él. Nada especial, pero definitivamente hará el trabajo, que es lo único que le importaba. "¿Todo bien ahí dentro?" La voz del famoso Taimanin gritó a través de una leve abertura en la puerta del baño.

"Sí. Lo siento. ¿Estoy tardando demasiado? Estaba... simplemente disfrutando de tu ducha, supongo". Habló tímidamente, sintiéndose un poco culpable si estaba acaparando el baño en caso de que ella quisiera usarlo para ella misma.

"Tómate tu tiempo. No olvides que tenemos varios recados que hacer mañana. Como ahora eres mi compañero, necesitamos registrarte para obtener tu licencia Shinobi y conseguirte un pasaporte para que puedas entrar y salir libremente. "El distrito de Taimanin. Ah, y también necesitamos conseguirte ropa nueva". Dijo amablemente, dándole un amable recordatorio de las tareas que debían realizar. Las cosas estaban sucediendo bastante rápido ahora, no es que él se quejara.

Después de unos minutos más en la ducha, cerró el grifo y salió, encontrando una bata de baño y sus boxers, que Asagi había lavado recientemente, estaban esperándolo. Se puso la ropa interior y la bata, admirando la suavidad de la tela.

Salió del baño y encontró a Asagi descansando casualmente en su cama usando un camisón casi transparente con ropa interior de encaje, un libro en una mano y una copa de vino descansando junto a ella en la mesa de noche. La vista lo hizo sonrojar un poco ya que no esperaba verla en ese estado de vestimenta. Supuso que sería algo habitual y tendría que acostumbrarse... no es que le importara. Después de todo, era una vista muy agradable.

Ella lo miró y sonrió cálidamente mientras hablaba: "Toma asiento, Naruto-kun. Puedes encender la televisión si quieres". Luego señaló el televisor del dormitorio que colgaba de la pared y dio unas palmaditas en el espacio junto a ella. Si bien agradeció la oferta, estaba bastante seguro de que todos los canales todavía hablaban de él y Adagi. Aparte de eso, se sentía bastante cansado de todos modos.

Él se rió un poco nervioso mientras aceptaba la invitación y se metía en la cama con ella. Se sentía bastante tímido ya que no estaba acostumbrado a vivir con otra persona y mucho menos con una mujer. Sin mencionar el hecho de que Asagi insistió en que durmieran juntos en la misma cama para que pudieran continuar uniéndose y acercándose. "¿Pasa algo? Pareces un poco... rígido." Preguntó el Todopoderoso Taimanin con una pequeña sonrisa.

"Lo siento. Todo esto es... algo nuevo, supongo." Respondió honestamente, ganándose un asentimiento de comprensión por parte del peliazul.

"No te preocupes. Prometo cuidarte bien. Si alguna vez te sientes incómodo o necesitas establecer límites, por favor dímelo. No te obligaré a hacer nada que no quieras hacer". Ella habló con dulzura y suavemente ahuecó su mejilla con su mano libre mientras tocaba su frente con la de él.